Lincy Acosta

Capítulo 3 – La soldado que me comió

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Anonymous
Jul 04, 2017 04:51 PM 0 Answers
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Con A la distancia nos había pasado factura, mucho tiempo sin vernos, ella en Europa y yo en medio de mi servicio militar en Bogotá sosteniendo una relación a punta de carta y cortas llamadas de teléfono en el 96, hasta que en una carta me contaba que había conocido a alguien y suerte es que le digo. Primera decepción amorosa y mi reacción inmediata… comer lo que no había comido en ese tiempo con una relación a distancia.

 

En el año de mi servicio militar les dio por probar con soldadas bachilleres voluntarias para posiciones de oficina y en mi unidad ingresaron 5 voluntariosas y afortunadas niñas inocentes, contentas ellas de vivir entre más de cien soldados niños bien de los mejores colegios de Bogotá, con un mal de vereda mal y lejos de nuestras novias. Era terrible… las sargentos nos parecían buenas y la calidad de vida mejoró mucho con el ingreso de mis soldadas.

 

Un par se destacaban por lo voluntariosas y la soldado López en particular. Ella en su primer mes ya tenía rumores de haber estado con un par de soldados de los más pintas. Estaba comiendo a la carta y un día la asignan a mi equipo de trabajo en Sistemas. Empezamos a hablar, a conocernos medio coqueteando y un día quedamos en salir a tomar algo.

 

Una tarde de sábado quedamos en encontrarnos en mi lugar romántico favorito, El Café de la Montaña, en el que el ambiente de música bohemia, chimenea, cojines en el piso y vino caliente aseguraba el éxito de la misión: comerme a López. Llegamos esa tarde temprano, como a la 6 y nos quedamos ahí tomando vino hasta que nos echaron. Sentados rozando rodilla, hablando muy coqueto me la tenía súper parada. El primer beso llegó con un acercamiento a su cuello para comprobar que bien olía y no paramos de besarnos hasta que nos echaron del bar.

 

Muy osado la invité a mi casa que quedaba a unas cuadras y subimos al estudio de la casa mientras mis papás dormían en el piso de abajo. Ahí seguimos besándonos, explorando nuestros cuerpos y con una muy buena bluyineada. Estuvimos por horas así, mientras le consentía sus pequeños senos con mi mano, le restregaba mi rodilla con su vagina y ella me agarraba duro el culo y finalmente… por fin agarró mi verga bien erecta.

 

Ya no podía más y empecé a quitarle el brasier, cuando ella me para en seco y me dice que no, que aún no. Entonces le pregunto si es que tiene miedo… y quien dijo miedo!!!! Se empelotó de una, muy juiciosa y de una empezó a quitarme la ropa. Su culo en tanga se veía muy rico y empecé a chuparlo, quitándole el cuco con mi boca. Ella muy arrecha empezó a mamármela delicioso, me hacía ver estrellas y yo empecé a devolverle el favor. Le lamí su gallo delicioso, le metía uno, dos y tres dedos mientras lamía y tomaba sus fluidos deliciosos. Demoré lo más que pude la penetración, en parte porque no me tenía mucha fe y no tenía condones a la mano. Ella lo sabía, pero en un punto no aguantó más y me exigió que se lo metiera.

Siendo así, en medio de esa arrechera, olvidé todo lo que me había cuidado con mi primera novia y con algo susto ella se sentó encima mío y empezó a moverse delicioso. Con mi primera novia lo hicimos un millón de veces, pero nunca sin condón, y qué sensación tan espectacular. Tan espectacular que no pasó mucho cuando ya estaba por explotar y tuve que lanzarla a un lado jaja y venirme delicioso. Ella en medio de la arrechera me lo siguió mamando limpiando gota a gota de mi reprimida leche.

 

Nos quedamos un rato en bola acostados, abrazados y ya estaba amaneciendo, hora de levantada de mis padres también jaja. Pedí un taxi y salí con ella para su casa cuando pasando por la portería me llaman: “joven que su mamá quiere hablar con usted” jaja que oso. La cantaleta, igual la llevé a su casa por la Boyacá con 40 y algo, no era mi zona y allá estaba su mamá esperándola por la ventana. Muy cordialmente la saludé y me fui en el taxi para mi casa a dormir un poco y recordar esa noche en que me comió la solado López. Fue ahí que aprendí que son las mujeres las que deciden a quién y cuando se lo comen, no nosotros y dejé de pelear con eso y aprovecharlo cuando pasa.

 

Snapchat: Tinderianode40

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