Mi papá biológico murió cuando yo tenía dos años, dejándonos a mi hermana y mí, huérfanos. Mi mamá se comprometió con un señor que tenía 3 hijos mayores que yo. El segundo de ellos, me lleva unos 6 años. Hoy día tengo 23. Esto que sucedió fue cuando tenía 11.
Dormíamos en una litera de dos pisos: yo arriba, él abajo. Y mi hermana en otra cama.
Recuerdo que estaba durmiendo boca arriba, era de noche, y sentí que alguien me acariciaba el pene por encima de las sabanas, apretándomelo, pellizcándomelo. Sentía un placer que nunca había sentido. Pero no entendía lo que estaba ocurriendo. Estaba oscuro. Cuando abrí los ojos, estiré mi mano en la oscuridad y toqué la el rostro de la persona que me estaba agarrando. Sentí la barba en forma de chivo. Y supe que era él. Mi hermanastro mayor me estaba tocando. Nunca dije nada, porque el se echó a reír y dijo que estaba despertándome porque no podía dormir.
En ese momento lo tomé como una broma entre hermanos, sabía que “era una conducta extraña entre hombres” pero no le di mucha importancia. Al día siguiente ninguno de los dos lo mencionó. Pero empecé a dormir pegado a la pared para evitar que me despertaran así otra vez.