Estaba en una semana de capacitación en un lugar alejado de cual no podíamos salir.
La rutina era levantarse temprano asistir a las clases descansos pra alimentarse y clases hasta tarde.
Uno de los asistentes al curso era un sujeto súper encantador que a la primera oportunidad empezó a lanzarme piropos. Me parecía lindo, interesante, pero en realidad no le prestaba mucha atención porque estaba en una relación de varios años. La relación estaba en el peor momento y justo dos días antes de salir para esa capacitación habíamos regresado en el último intento por no dejar morir algo que por mi parte ya no tenía remedio.

El caso es que el último día tuvimos una jornada muuuuy larga de trabajos grupales... Mi grupo terminó pronto y el del sujeto seguía enfrascado en el trabajo. Yo me fuí en busca de lo que se había perdido y en medio de la charla con el y su grupo y un par de cervezas empecé a ser un poco coqueta y sujerente... Lo recuerdo como si lo estuviera viviendo. Ya pasada la media noche su grupo terminó con el trabajo y se retiraron y nosotros dos terminamos terminamos besándonos en su habitación.

Terminamos en su cama, el en entre mis piernas, sentía como crecía su erección y presionaba por salir de sus boxer y aun vestidos yo estaba muuuy mojada exitada... Aún así me resistía a ir más allá... Pero no nos digamos mentiras: tenía muchas ganas, hacia mucho no tenia sexo con mi novio y en realidad este no era tan bueno. Terminé diciendo maldita sea QUIERO SEXO!!! Y ahí acabó mi resistencia.

Basta decir que con este hombre he tenido el mejor sexo de mi vida. En ese momento tenía 30 años y terminé descubriendo con el que puedo hacer squirt, hizo que me viniera muchísimas veces, las sabanas, las toallas y todo quedó súper mojado y oliendo a sexo. Esa madrugada lo hicimos dos veces y en la mañana lo hicimos una vez más.

Puedo decir que para mi... Este hombre es mi dios de sexo. Tanto que vibro cada vez que recuerdo esa noche.

Le gustaría saber como terminó esa historia. Déjenme sus comentarios