El cosmo y las estrellas nos pusieron en el mismo edificio de oficinas, nos habíamos hablado una año antes por Twitter, lo vi y le escribí, concluimos q estábamos en las mismas coordenadas y decidimos vernos en el sótano de parqueaderos! Todo empezó ahí. Después de dos citas de besos y confesarnos por nuestra red social favorita nuestras preferencias y gustos sexuales, (que por cierto le confesé q me gustaba de todo menos el sexo oral) dijo "entonces masturbémonos!".

Señores! Ese día todo cambio, la cita en mi carro en el sótano, empezamos a besarnos muy excitados como si nos quisiéramos comer uno al otro, la lengua no podía estar más adentro, y justo ahí empezamos a tocarnos, sin pensarlo, de una vez, sentí su pene muy erecto, como una roca, como una muralla cartagenera, y lo tome de su pantalón y lo puse afuera! Fue amor a primera vista! El pene más lindo q he visto en mi vida! No pude resistirme y me lo comí! Literal! Lo chupe, lo bese, lo moje, pase mi lengua una y otra vez, y el cada vez más duro que quería explotar. Hizo unos ejercicios de respiración y aguanto y seguimos! Baje la silla, casi estaba acostado, inmerso en el placer, y yo pegada ahí lamiendo, mojando la punta de mis deseos, por los lados, subía y bajaba muy suavemente, era un baile entre su respiración y mis movimientos. Hasta que no pudo más y exploto. Verlo conseguir ese momento es sublime, un silencio exquisito que hace mis sentidos explotar en un éxtasis que aún no logro descifrar, y que no quiero descubrir!

Hoy esa es nuestra cita quincenal, en el sótano! Hemos pasamos a la penetration cuando la excitación nos exige más. Es una cita de cuatro frases así:
- Él: hola, ocupada
- Yo: No
- Él: Nos vemos en el carro
- Yo: Si, en 5 minutos
No sabemos nuestros números, ni donde vivimos, solo sabemos de sótano, un carro y del sexo oral que mejor he hecho en mi vida y que quizá haya recibido él.