Hace un par de años, luego de haber pasado por una y otra decepción amorosa aquel hombre que por años había sido mi mejor amigo comenzó a rondar por mi cabeza, él molestaba con que fuéramos algo más y es entonces cuando en medio de mi decepción pensé que lo mejor sería relajarme y disfrutar mientras llegaba "El indicado", los dos pasábamos por una situación similar pues el había descubierto que su novia le había sido infiel, así que comenzamos a pasar las tardes y las noches juntos y a pesar de que dormíamos juntos no pasaba nada más allá de un beso, en una de esas mañanas luego de tomar una ducha el comenzó a besarme ya habiamos hablado de lo raro que era dormir juntos sin q pasara nada, para él eso era raro.

Tome el coraje y permití que su cuerpo funcionara con el mío, había pasado tanto tiempo desde la última vez que había sentido ese placer, que tan pronto hizo contacto con mi vagina se lo hice saber, le hice conocer el deseo y las ansias que recorrían mi cuerpo, el mismo que ahora estaba convertido en rio. El mundo a mi alrededor había desaparecido y una vez entró en mi sentí una energía que recorría mi cuerpo de pies a cabeza, esa sensación de sentir que mi vagina comienza a lamer y acariciar su miembro que cada nueva metida es aún más estremecedora que la anterior y con ello mi vagina comienza a ponerse más estrecha, mi cuerpo más rígido, nuestro pulso acelera, pero un momento!! no quiero que esto acabe tan pronto. Para, respira, cambia y retoma el ritmo. Ahora en cuatro podía sentir como sus pelotas daban pequeños golpes a mi vagina, sus manos tomaban las riendas del momento, las nalgadas me recordaban que era suya, solo suya, comenzaba acelerar su ritmo, su sudor y el mío se convertían en uno solo, sus manos comenzaban apretar mi cintura y su gemido me hizo saber que su máximo placer no tardaría en llegar y así fué su ritmo desaceleró sus manos controlaban el movimiento de mi pelvis su fluido caliente comenzaba a proyectarse dentro de mi, mis piernas y mi vagina se estremecían, mi mente solo podía concentrarse en la expulsión de su fluido hasta que ello termino, pequeños choques de energía continuaban recorriendo mi cuerpo, mi alma tardo en regresaba a su cuerpo.

Y así poco a poco nos convertimos en adictos uno del otro y comenzamos a descubrir lo mejor del sexo o eso pensaba yo.

Su novia casi un año después se enteró q salíamos, ella sabe que a él le encanta el sexo conmigo y que me busca para q lo hagamos.

Lo que sentimos ya no sé si sea amor pero las ganas no las podemos negar.

Gracias por tu tiempo de lectura