Era una noche tranquila, una noche que lo único que pronosticaba era la misma rutina de trabajo en un restaurante en el centro de la capital.

Soy músico, percusionista más exactamente (ya más adelante sabrán los beneficios de tener la mano pesadita y disociación o independencia como decimos técnicamente los músicos), luego de un rato de estar tocando aquella noche, veo que entra una chica muy atractiva, cabello liso no tan largo, castaño claro, vestía descomplicada, con un gabán que le daba un poco arriba de las rodillas, abierto, dejando ver un poco que había por ahí escondidito, mientras el clima nos hacía pedir a gritos un poco de compañía…

Cruzamos miradas, presentí una conexión inmediata, se me escapó una sonrisa pícara a la cual ella contesto sutilmente sin quitarme la mirada de los ojos, luego de acabar de tocar la primer tanda de música, la cantante del grupo llama a aquella chica guapa y nos la presenta, resulta ser prima de ella, nos sentamos en una mesa pedimos unas bebidas y empezamos  a conversar, ésta noche no sucedió nada trascendental, solo la conversa, una conexión interesante con la chica pero ya, no pasó más, luego que nos despedimos quedó el arrepentimiento de no cruzar contacto con la chica.

Días después nos encontrábamos tocando con mi grupo en otro lugar ahí en el centro, y sin saberlo la chica llegó de nuevo donde estábamos tocando, era sábado en la noche, recuerdo que fui un poco evidente con la cara de idiota que puse al verla, pero la cara fue mutua ella evidenció también un agrado el volver a verme, este día luego de tocar nos fuimos a bailar, que mujer para bailar tan rico, aquí pude por fin descubrir por fin como era su contextura física, es una mujer deliciosamente bonita, rica, buena, mamacita!  Podría colocarle muchos adjetivos, tiene un cuerpo hermoso, no es ni flaca ni gorda, senos medianos, un trasero delicioso, una cintura bastante provocativa, pude tantear los gorditos que me excitaron bastante, y esa parte donde termina la espalda con una curva deliciosa y provocativa con la que inicia el paraíso para mis manos, no voy a negar que busque la oportunidad de robarle un beso, ella también lo insinuaba pero se contuvo, toda la noche bailamos los dos, hablamos mucho y notamos un interés mutuo que empezaba a ir más allá de solo información. Este día como dicen por ahí, “le tome las placas” y cada cual para su casa (desafortunadamente).

Ustedes dirán que soy un imbécil por no tomar iniciativa aquella noche y hacerle “la vuelta” a la chica, pero tengo mis razones,  llevaba apenas poco más de un mes de romper con mi pareja con la que llevaba 4 años, estaba con un choque raro pero interesante, y la chica coincidencialmente se encontraba en plena separación con la pareja y lo único que quería era distraerse, al igual que yo, entonces sin hablarlo estábamos tomando las cosas con calma.

Cuatro días después de la “bailada” acordamos que ella iría de nuevo al lugar donde solemos tocar´, ella dejó el carro en un lugar retirado del lugar a lo cual como todo buen caballero jajajaja me ofrecí a acompañarla para recogerlo mientras se pasaba el tiempo de mi descanso, ahí me enteré que es estudiante de arquitectura, cursa último semestre, en verdad sirvió para conocernos mucho más, fuimos recogimos el carro, y cuando llegamos de nuevo al restaurante, antes de bajarnos, me di cuenta que ella hizo “maña” para bajarse del auto a lo cual tome la decisión y la besé, que beso tan rico, (como dijo Bennedetti, la besé con hambre atrasada)  cuando paramos ella quedó con los ojos cerrados y lo único que dijo fue: tenía muchas ganas de besarte y que rico que ha sido hacerlo.

Aquel día no se dio la oportunidad gracias a la cantante del grupo, que comprometió a la chica con la familia y debimos separarnos, pero quedamos marcados, planillados, para un próximo encuentro que como ya leerán si se dio.

Era Domingo aquel día que nos citamos, la idea era ir a ver una película (plan ñoño) antes de que yo me fuera a trabajar en la noche, ella venía de una reunión familiar que tuvo en la mañana, me recogió en un lugar cerca de su apartamento tipo 2 de la tarde, teníamos que pasar a dejar sus mascotas en el apartamento para poder ir al cine, pero desafortunadamente en ese momento ahora afortunadamente el universo se alineó y ha sabido caer un aguacero!!

Nos quedemos hablando y besándonos en el carro durante unos 20 minutos mientras paró un poco la lluvia, cuando así sucedió, bajamos del auto fuimos al apartamento entramos y como señal divina empezó a llover aún más fuerte justo cuando entramos, ella nerviosa, me ofrece algo de tomar, las palabras se tornan entrecortadas para ambos hasta que tomo la iniciativa, yo sentado en la silla del comedor ella de pie, la tomo firme de la cintura, la acerco dejando sus senos cerca de mi rostro, ella suelta la bebida en la mesa, baja el rostro y me besa, mientras tanto yo empiezo la búsqueda de aquellos lugares que me darán el permiso para ir cada vez más cerca de su sexo, la tomo por la cintura empiezo a deslizar lentamente mi mis manos entre su chaquetón y acaricio toda su espalda, cada vez bajo más hasta sentir sus nalgas frías y deliciosas, ella tenía puesto un vestido informal, que tenía un escote sutil en la espalda, el vestido era suelto, me permitió meter mi mano y tocar su piel, a ella se le aceleraba la respiración poco a poco, yo me puse de pié y me quité mi gabán, ella me dijo – ¿qué haces?-  le dije, -me pongo más cómodo-  pero te va a dar frío, le dije tú me quitaras el frío- y empecé a besarle lentamente el cuello al mismo tiempo que mi mano derecha bajaba lentamente su gabán, abriéndole paso a mi boca en toda la extensión de su cuello todo esto mientras mi mano izquierda se deleitaba acariciando su espalda y deliciosas nalgas, ella lo único que pudo hacer para defenderse de aquel ataque de placer fue relajar las manos y dejarlas estáticas en mi cintura cuando por fin bajo completamente la manga izquierda de su gabán, ella me frena y me dice- no espera, estoy nerviosa, hace mucho tiempo no sentía estos nervios y placer, tengo nervios- yo paré, la abracé, sin dejar de consentir su espalda, ella respiro profundo y yo aprovechando aquel impulso le quité el gabán rápido, casi que obligándola, y ella  ha sabido soltar un pequeño gemido de excitación sonido de bendiciones! esto dio la señal para encenderla a besos, metí mi mano entre sus medias veladas y pude sentir ese culo frío rico, y grande, ¿recuerdan lo de la disociación o independencia? Pues mientras hice eso de besarla sin descuidar que fuera un buen beso y meter mi mano derecha en su culo, mi mano izquierda ya había desabrochado el sostén y me habría paso entre su vestido y acariciaba sus senos, ella ya estaba totalmente ida, se había dejado llevar por el placer, por lo cual la fui llevando hasta su habitación y allí la empujé en la cama se quedó quieta, empezó a quitarse los zapatos pero no la dejé, yo quería desnudarla y ella, sin yo decirle nada más entendió, me quité la camisa y desabroche mi pantalón, ella se mordía los labios, le quité los zapatos, luego el vestido, le terminé de quitar el sostén y pude por fin ver esos gloriosos pezones duros, grandes, firmes apuntándome, como acusándome de haberlos puesto así de alerta y dispuestos para chuparlos, le acaricié los senos, se los chupé con unas ganas insaciables, mientras ella metía sus manos entre mi cabello acariciándome con un agradecimiento indescriptible, paré, me quité los zapatos y pantalón, y proseguí con sus medías veladas, yo ya estaba a reventar, tiene un cuerpo divino esta mujer, que piernas tan bellas, empecé a besarlas lentamente mientras me acercaba a su sexo pero no llegué, ella me daba señales con su cadera, levantándola con afán de que llegara a su vulva, me retiré ella se quejó como cuando uno espera que pasa algo pero solo es un casi, le quito su ropa interior y veo aquella grande y maravillosa vulva ¡mojada!, deliciosamente mojada, y sin dar más espera  le beso los pies, los muslos, paso besando cerca de su sexo sigo subiendo besando hasta que llego a su boca y acostado encima de ella, por fin lentamente, sintiendo centímetro a centímetro, la penetro deleitándome viendo su cara de placer, ella con los ojos cerrados apretando los ojos mientras sube el rostro como si mirara el cielo! Y empieza a gemir rico, y empezamos aquella lucha, le tomo de las piernas se las subo a mis hombros y como un buen músico, mantengo un ritmo un poco acelerado de penetración, ella cada vez se moja más y más, mientras yo la acomodo a mi antojo, buscando que cada posición sea más placentera para ella, (para mí no hay nada más excitante y placentero que ver como una mujer disfruta del sexo, hacerla gemir de verdad, que no tenga que fingir, que no sea solo placer para mi) cuando de pronto, ella, como despertando de un trance, me hace girar de manera brusca, quedando ella encima de mí toma mi pena con su mano y se lo mete despacio se acerca un poco me toma las manos las pone en sus senos y me dice con una sonrisa y a manera de agradecimiento “ es mi turno” y empieza esta mujer a mover esas caderas como si se le fueran a soltar, y me hace retorcer de placer y por primera vez en mi vida una chica me hace sacar un gemido, que mujer para moverse tan rico! Le chupaba yo los senos y se los cogía con mis manos, le gustaba como se los cogía, me lo confesó suavecito en el oído,  ella se dio media vuelta encima de mí, quedó dándome la espalda mientras seguía penetrándose con mi pene sus nalgas quedaron frente a mí, le di unas cuantas nalgadas deliciosas, (les recuerdo, soy percusionista) esta chica estaba encantada con las nalgadas que le daba, cuando ya sentí que estaba por venirme, la frené la puse en cuatro y me dediqué solamente en su placer, quería venirme con ella, subí el ritmo ella gritaba más fuerte, hasta que nos vinimos luego de unos 5 minutos de una intensidad bastante fuerte, ella se tumbó en la cama, sudando, nos besamos durante un buen rato, miramos la hora, y sorprendentemente duramos es nuestro placer concentrados y disfrutando por ¡¡una hora y media!! Quedamos sorprendidos ambos, más yo de haber durado tanto tiempo, pero era totalmente razonable ese tiempo estando con una mujer así.

Pasó media hora apenas para que de nuevo mi amiguito el flako se animara de nuevo, y nos hemos sabido follar de nuevo por otros 45 minutos, disfrutando del sexo de ambos, hasta hacerle decir a ella que ya no más porque está totalmente agotada y venirme encima de su culo retorciéndonos de placer.

Luego de este encuentro vinieron muchos más, los cuales bautizamos “martes de protestas” (de pronto sabrán más o menos para que fechas de este año fueron) que luego más adelante en cuanto pueda les vendré a contar, por ahora les adelanto que a la fecha, los encuentros aunque ya no tan seguidos aún siguen sucediendo.