Lo que les contaré sucedió hace un par de meses y ha sido lo mejor...

Mí nombre es Lisa y tengo 21 años acabo de llegar recientemente de Aguascalientes (México) a Guadalajara, donde residen la mayoría de mis familiares y a pesar de eso, casi no los conozco. Un sábado cualquiera decidí ceder a las insistencias de mí madre a una boda y la verdad me daba mucha flojera debido a que el rango de edades de sus primos era de 35-50 años.

Total que fuimos y al calor de los tequilas y la música del evento me divertí con l@s hij@s de los primos de mi madre y entonces bailé con todos y supe que esa noche me iba a divertir. Hasta ese momento mí intención era que nadie supiera mí secreto. Si algún lector conoce las ciudades de las que hablo sabrán que la gente en su mayoría es conservadora...

Pasó el rato y la vi llegar, ella aparentaba 25 y era de tez blanca como la leche, su cabello perfectamente planchado y un vestido precioso... Era elegante y casi un ángel, peliroja, alta como de 1.75, un vestido azul rey que a leguas se notaba costosisímo y unos tacones negros de impacto, las uñas hechas rojas al igual que su labial. Igual que yo todos la miraban... Y entonces me dijeron -Aparentemente Any se ve presumida e insoportable pero está casada con el tío Pablo y se llevan unos años,  "son la onda"; y yo que me quedé embrujada. Me presentaron al tío y a ella también, -Tía, le dije y de inmediato empatizó y amablemente me preguntó cosas vanales y yo que estaba encantada seguí hablando con ella. Era Mamá de 2 hijos con el tío y además muy exitosa en su trabajo, todos le trataban muy bien, parecía que había nacido para ganar; el tío le ofrecía todo para complacela, le servía una copa y encendía un cigarrillo. Ellos parecían ser muy felices y la química increíble, al grado que dejé pasar el huracán que me causó e inicié a conversar más con otros chicos que la encontraban divertida y cómo no, con tanto carisma.

El evento había sido de día y todos se iban temprano pero nadie quería parar la fiesta y el tío Paul ofreció su casa para seguirla. Allá volvimos a conectar y bailabamos ella con él y yo sola, el la dejó un rato y yo aproveché para acercarme y elogiarla toda, su olor era delicioso y se lo dije. Ella nunca imaginó todo lo que yo deseaba hacerle y con el pretexto de bailar me acercaba más y más. Casi al irnos le confié que no quería irme con ellos y que además ya era muy noche y ella me ofreció quedarme yo la abracé para darle las gracias y entonces le dije que esperaba no se asustara pero me moría de ganas de besarla y ella como una niña se puso roja, no pude más que de una caricia recorrerla del cuello a la cintura. Le pedí que guardara mi secreto y dijo que sí. Salió y habló con Paul y los demás chicos y les dijo que yo me quedaría hasta la mañana.

El tío dijo que ella podría prestarme una pijama y nos fuimos a su recámara. Entonces la besé y ella me dijo que nunca había hecho nada y la tocaba mientras su marido llegó. Le preguntó que si ella quería jugar la iba a dejar y que no se preocupara, nos daba un par de minutos para hablar.

Ella me dijo que tenía muchas ganas de saber pero necesitaba que el la cuidara y yo accedí. Su esposo nos sirvió unas copas y se sentó a mirar un poco. Ella con un poco de miedo me miraba y me acerque, le besé esa boquita roja y le quité el vestido solo para ver sus pezones rosas, la toque toda y le toqué su vagina primero lento y luego rápido, le hice círculos al rededor de su clítoris caliente mientras le acariciaba las tetas más y más rápido y ella se dejó ir en un orgasmo delicioso y seguí lamiendole  el clítoris y se vino a chorros, entonces ella me pidió mi vagina, quería saber qué se sentía tenerla en su boquita... me lamió un poco y me vine de inmediato. Su marido le decía qué hacer y de pronto estaba a mí lado diciendome que me la cogiera. Y me la cogí, se sentía delicioso el roce de su vagina con  la mía y sentir sus orgasmos, después de nuevo le hice oral mientras él le metía la verga en la boca. Le tocaba sus enormes tetas blancas y ella se volvía loca. El la cogió por el culo mientras yo le chupaba su jugosa vagina y a la vez la dedeaba. Ella se vino no sé cuántas veces, la besé tanto tanto que no puedo olvidarla. Por las noches sueño con ella y su perfume, su piel blanca. Ella me dejó hacerle de todo. Su esposo se la comió solo un momento y yo lo vi volverse loco por ella, se vino y la dejó lista para mí. La toque, la besé, la mordí, me la comí, le chupe las tetas y el culo enorme y ella se portó como un ángel, como una niña buena. Al final le di un par de besos y le pedí me guarde el secreto. Me fui a dormir al otro cuarto y por la mañana los escuché coger. Tomé mis cosas y me fui y ya no la volví a ver.