Son muchas las historias que uno protagoniza cuando tienes un despertar sexual tan prematuro como el que tuve yo. Mi primera vez fue a los 13, la cual ya confesé en otro relato llamado “mi primera vez, su primera vez” datada en enero/2021.
Esta confesión, tiene por titulo Las 2 hermanas, y ocurrió meses después de mi primera vez, cuando yo tenía 14 años.
En el barrio, todos fuimos unidos y alegres desde niños, jugábamos a los trompos, bolita uñita, fusilao, yimi y demás juegos locales. Una tarde de lluvia, jugamos a las escondidas.
Desde que comenzamos a jugar yo me había fijado en Clarita una muchachita de rasgos guajiros, que había llegado con su hermana Vanessa recientemente de un pueblo pues iban a estudiar aquí en la capital, se mudaron a casa de su tía. Le pongo que tenía ella unos 12 años, pero sus incipientes pechos cuyos pezones se marcaban firmes y definidos por la humedad de su blusa, me hacían creer que ya estaba desarrollándose, verla así bajo la lluvia, con los pezones marcados y un short rosado que dejaba ver sus nalgas respingadas, me calentó mucho.
Empezamos a correr para escondernos. Por supuesto que me fui tras ella, junto con otro amigo y la hermana de clarita, Vanessa. Nos metimos a un callejoncito que estaba en medio de dos casas. Nos pegamos todos al fondo, y con la excusa de asomarme para ver si estaba el que buscaba me pegaba a ella para arre-costarle la verga así mojados como estábamos. Ella la sintió y creo que le gustó porque empujaba hacía atrás mientras decía “te va a ver, echa para atrás y apenas dijo esto puso su mano encima de sus nalgas y me agarró la verga.
La hermana y mi amigo salieron corriendo a cambiar de escondite, ella iba a correr con ellos, y la tomé del brazo, diciéndole “espera, deja que ellos lleguen y nos damos la vuelta por el otro lado”
Excusas tontas, para quedarme solo con ella, obvio. Y también para que mi amigo aprovechara con la hermana (cosa que confirmé después).
Ella entendió, porque se quedó. y no habiendo pasado ni 5 segundos desde que se fue la hermana y mi amigo, empezamos a besarnos y a meter mano, por debajo del short rosado apreté sus nalguitas duras y sobaba sus tetas, mientras que ella metió la mano en mi pantaloneta y empezaba a jalarme la verga con inexperiencia. Me la apretaba, como a un globo de agua. No fue nada delicada. Nos hicimos noviecitos ahí mismo.
Durante una semana estuvimos hablando por Facebook. Yo estaba en esa época descubriendo la pornografía, casi diría que era adicto a verla, pasaba por lo menos una hora en la tarde cada día viéndola en el pc de mi cuarto. En una de esas conversaciones, la invité a que viniera a visitarme ya que estaba solo. Ella dijo que no la dejarían salir a menos que dijera que iba a hacer tareas en el cibercafé y que en ese caso tendría que llevarse a su hermana. Yo pensé con la verga en vez del cerebro y le dije que de una, que vinieran las dos, que aquí veríamos una película o algo.
Llegaron a las 2 pm aproximadamente, senté a la hermana en la silla del Pc y la senté a ella en el borde de la cama, estando yo detrás de ella con las piernas alrededor. Los tres viendo videos de humor en youtube, como el humorista estaba bastante flojo, les pregunté si querían ver algo más de adultos. Ambas me dijeron que sí. Y se quedaron un poco impactadas cuando les puse una de porno que había bajado hace unos minutos por Ares. El video en cuestión era un trío MHM, como anillo al dedo.
Yo me saqué la verga, ahí sentado detrás de clarita y le llevé su mano a la espalda, para que empezara a masturbarme, y la hermana ahí a escasos centímetros, con la mirada clavada en el monitor viendo como un tipo manoseaba a dos mujeres. Ya tenía la verga babosa de tanta masturbación, así que deseaba seguir hasta donde se pudiera… tiré una sabana en las piernas de clarita y le metí mano, tenía su pequeña vagina con poquito vello, pero muy caliente y húmeda, primero froté con mi dedo hacia arriba y hacia abajo mientras me acerqué a su oreja para lamerle imperceptiblemente. Cuando ya se mordía el labio y bajaba la cabeza, para disimular, le metí el dedo, y se le escapó el primer suspiro. Estaba acolchona dita por dentro y muy mojada, me acerqué a mi oído y le dije “que caliente estás amor” tuvo un primer temblorcito en el cuerpo, y me agarró la mano Para que le metiera el dedo más profundo.
Vanessa había subido las piernas en la silla y se estaba tocando muy disimuladamente por encima de los leggins. A la edad de ella (12 años) uno creería que aún se conserva intacta la inocencia pero que va, el deseo sexual es algo natural y atemporal, que responde al estímulo. Así que, al verla, así tocándose con disimulo. No se me ocurrió otra cosa brindarle mayores razones para liberarse, le toqué la pierna para que se girara y quité la sabana para que viera como yo masturbaba a su hermana mayor y como ella me jalaba la verga. Clarita tenia los ojos cerrados, pero apenas quité la sabana se sobresaltó un poco, soltó mi verga e intentó, quitarme la mano, pero no la dejé. Sino que le dije “deja que tu hermana te vea, mira como ella también está mojada” y efectivamente vannesa tenía un parche de humedad, que se notaba sobre los leggins.
Le hice señas a Vanessa para que se sentara junto a la hermana y yo me puse de pie, verga afuera y me puse entre las dos, sin mediar palabra le guie la cabeza a clarita para que me diera sexo oral mientras que con la otra mano empezaba a acariciar los senitos de Vanessa. Mientras la tocaba ella no dejaba de verme la verga y se notaba ansiosa por hacer lo mismo que hacía su hermana. Interprete correctamente esa mirada traviesa porque ni bien había terminado de sacarla de la boca de clarita, le llevé la cabeza para que también probara. Solo se la metió a la boquita y de una la sacó, poniendo carita de asco. (era su primera vez)
Le bajé short a clarita y le bajé los leggins a Vanessa y las puse ambas acostadas en el borde la cama, una junto a la otra, y empecé a meterles dedo a ambas. Veía sus caritas de placer y no daba crédito a que esas nenitas con caritas inocentes tuvieran tan rica y tan caliente su vagina, me sacaba los dedos cada tanto para saborear sus fluidos y mojar mis dedos y volver a meterles.
Aunque me gustaría decir que las penetré a ambas y que las rellené de semen, soy fiel a las confesiones reales más que a los relatos fantasiosos. Lo cierto es que tocaron la puerta de la casa, era mi abuela que traía algo de comer. Por lo que las hice cambiar, puse nuevamente los videos de humor y salí a atender a abrirle la puerta alegando que no escuchaba por las risas de la comedia.
Las dos hermanitas
0
Anonymous
0 Subscribers
Submit Answer
0 Answers