Es un chico con el que estoy empezando salir, lo conozco hace 3 años aproximadamente pero las cosas no se habían dado por diferentes razones, esta era la tercer salida, pero la quisimos hacer un poco más interesante, entonces decidí ir de vestido, con tacones y muy bella, él me recogió, decidimos ir al comer a un buen restaurante y todo era muy tranquilo, después decidimos ir a tomar algo por ahí cerca y escuchar música, cuando decidimos que ya era hora de irnos, nos fuimos en el carro y nos dirigíamos para mi casa, a la cuadra de ir en camino me dijo que le diera un beso, no sé que me pasó que no esperé a que parara y me le lancé a besarlo increíble, fue un beso que le quise decir de todo, de solo recordarlo se me para los pezones, creo que en mi vida le había dado un beso de esos a alguien, él como pudo paró y me besó también, fue tan delicioso que no queríamos parar, me quité el cinturón y lo besaba con más ganas, puedo jurar que estaba que me le montaba encima, me empezó a tocar las piernas, nos besabamos cada vez más, cuando por un momento lo miré tenía una cara de deseo por mi que no podía con ella, me tocaba los senos, yo me dejaba, y me puso la mano en su pantalón tenía su miembro parado, me decía que me quería tocar allá abajo y yo le decía que no porque estaba super mojada, pero él me insistía, hasta que yo accedí y me tocó el clitoris inmediatamente solté un chorro gigante, me miró asombrado pero me siguió tocando y besando, me besaba también los senos, era delicioso y cada que me tocaba el clitoris le soltaba más chorros, estaba encando, yo le toqué su miembro y lo tenia super templado, hasta que se lo sacó y me dijo que le bajara, no dude ni un segundo y le metí la lengua y comencé chuparselo pero ya lo tenia en la punta que ahí mismo se vino, yo me trague todo, sabía delicioso y él me seguía tocando, cada que lo hacía yo me venía más, era una cosa que no quería parar, pero estábamos en mitad de la calle, le dije que nos calmaramos, debía de llegar a mi casa, cuando llegamos a la esquina de mi casa otra vez más besos y nos volvimos a tocar, me seguía viniendo en chorros y era fascinado viendo eso en mi, me decía que nunca le había tocado una mujer así pero solo dejamos así porque debía de llegar a mi casa, les puedo jurar que toda la silla la dejé mojada, mis interiores quedaron mojados totalmente, sus manos las dejé totalmente mojadas, me encantó esa noche, me encantó verle la cara de deseo, que me besara mis senos y el cuello, espero poder concluir estas ganas algún día, seguimos hablando y sé que el próximo encuentro no vamos a aguantar más, es mucho el deseo... Me lo quiero comer todo.