La primera vez que lo vi, se me hizo tan interesante, muy inteligente, cada que tomaba clase con él no podía parar de verle y sentía como me estremecía, soñaba despierta que todos salían del salón y ahí mismo me tomaba en sus brazos y cogíamos, nunca me anime a decirle o insinuarme, él era casado. Cada que estaba en su oficina veía el bulto de su pantalón y quería tocarlo y mamarlo pero no podía en mi cabeza solo la idea de q fuera casado me detenía, él sabía lo que me pasaba pero solo sonreía jamás hacia algún movimiento solo sonreía. Me gradué de universidad y así pasaron 5 años más sin tenerlo. Seguíamos trabajando ya como colegas en diferentes proyectos y aun sentía como me mojaba al estar junto a él. Un día acordamos vernos en mi oficina para hablar de unos proyectos, mi jefe también estaría ahí pero no pudo llegar, esa tarde, a pesar de que la oficina aún tenía mucha gente me arme de valor y le pedí me acompañara a una de las oficinas que estaban vacías con cualquier excusa, ya estando ahí lo mire fijamente y le dije q no podía más, me acerque a él y le desabroche el pantalón y baje su cierre, solo sonrió y asintió, baje sus pantalones y ahí estaba su grandioso pene grueso perfecto que me pedían a gritos que lo chupara y así fue, lamí ese pene como si fuera la última vez q lo fuera a ver, toque con mis dedos sus testículos y veía como le fascinaba, me encantaba su aroma era delicioso, seguía succionando una y otra vez, con mi boca tocaba sus testículos, jugueteaba con ellos, con mi lengua los succionaba, los besaba, los lamia, me deleitaba y mi mano no soltaban su pene, la otra mano agarraba sus nalgas, él se empezó a excitar, después se sentó en la silla y me puse de rodillas ya no aguantaba más estaba toda mojada él me tenía agarrada del cabello y no me soltaba movía mi cabeza y su otra mano tocaba mis bubis, lo quería dentro de mí, lo necesitaba levante la cara y le dije que me penetrara que lo quería adentro, me pidió me quietara los pantalones y me pusiera en 4 y sentí como lentamente ese pene grueso entraba sentía que estaba en el cielo, una y otra vez me envestía después me puso boca arriba y subió mis piernas en sus hombros y nuevamente sentí como me penetraba esa sensación de placer y adrenalina de que hubiera gente en las otras oficinas me hacía mojar más. Seguimos un rato más así el penetrándome y yo gozando pero nos incorporamos nuevamente ya era hora de salir de donde andábamos para no levantar sospecha alguna, quedamos de vernos la próxima semana para repetir no me aguanto las ganas de tenerlo nuevamente dentro de mí. Y si, aun es casado pero ya no me importo más…
Lo deseaba pero era casado
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