Aquí va mi confesión… hace un tiempo entré a trabajar a una empresa y requería de un entrenamiento previo de unos 20 días antes de empezar a trabajar. El entrenamiento fue realizado por un hombre, no muy atractivo, nada del otro mundo, es mas todo lo opuesto a mis gustos, calvo y que alguna vez fue gordo (según su propia confesión).  Durante esos 20 días no pasó nada, aunque había algo en él que me gustaba, no sentía que fuera a pasar nada.

Ese viernes antes de irse a su ciudad de origen, preguntó al grupo si podíamos salir a tomar algo para despedirlo, sólo otra niña y yo dijimos que podíamos salir a tomar algo con él y mostrarle nuestra ciudad. Y como si fuera un presagio ese día puse especial esmero en mi arreglo (depilación de mi zona íntima) y llegué al sitio, pero mi compañera nunca apareció, así que me quedé sola con él. Obviamente hubo traguito y para ser más específica, Ron (puro afloja calzón) y se empezó a sentir la tensión sexual, de eso que tu interior te dice que perdiste el año ese día, hasta que me pidió un beso y como no se le puede negar a nadie un besito accedí.  Si el ron me había aflojado los calzones, el beso me hizo mojar hasta el punto de terminarnos temprano el trago y la rumba y me propuso que nos fuéramos al hotel donde se estaba quedando. Ya con los tragos encima y muy valiente y caliente le dije que si. Nunca había tenido ni sexo casual, ni sexo en la primera cita… nunca me había sentido tan puta, pero se sentía delicioso, amanecimos juntos y aunque no fue el mejor sexo que tuve, abrió la puerta a acceder después a sexo anal; que hasta ese entonces me parecía asquerosamente doloroso, incomodo, nada que ver. Pero ese hombre era espectacular, me encantaba que me lo metiera por detrás pues lo tenía delgadito y no muy grande (él sabía lo que tenía y por la vagina su desempeño no era el mejor). El caso es que cuantas veces más nos encontrábamos, me proponía aun cosas más subidas de tono. Nos veíamos cada 3 meses aproximadamente y lo hacíamos muchas veces, siempre por el culo. Añoraba su visita, mi culito lo pedía a gritos

Hasta que un día me dijo que quería hacer un trio conmigo y su esposa. Yo era consiente que era casado, pero no sabía que su esposa fuera tan condescendiente con él, la verdad crecí en un ambiente muy conservador y nunca creí que él tuviera una relación tan abierta y fue como coordinamos que yo lo visitara a su ciudad y conociera a su esposa. Nunca me había sentido tan incómoda porque todos tres sabíamos el motivo de mi visita, pero no imaginaba cuando íbamos a consumar tal fantasía. No me preparé para tal acto, no la conocía ni en fotos, pero me arriesgué. Estaba muy asustada pero la curiosidad me pudo. Así que nos fuimos a una casa de veraneo que tenía, nunca conocí su casa en la ciudad. Al llegar empezamos a tomar para entrar en calor.

El trago parecía que no me agarraba, yo creo que eran esos nervios tan hp que tenía. Él lo sabía, así que ya bien tomaditos empezó a besarme frente a su esposa y después a ella y luego ella y yo. Nunca había visto a una mujer con ojos sexuales, mucho menos para besarla, pero me gustó. Ella fue tan delicada y él estaba tan excitado viendo como nos manoseábamos, yo me deje llevar, era mi oportunidad de lucirme. Me encantó tocarle los senos y besárselos, ahora si entiendo lo que significan para un hombre los senos, que cosa tan maravillosa. Ella y yo hicimos el 69, le hicimos sexo oral a él entre las dos, después una encima de la otra nos besábamos mientras él se lo metía por la vagina a la una y después a la otra. No recuerdo cuanto duramos en esas, pero él termino encima nuestro, yo me sentía como en una película porno. Y así concluyó mi fin de semana, haciendo algo que nunca en la vida pensé en hacer y cumpliendo una fantasía ajena pero deliciosa.

Al día siguiente me estaba dando guayabo moral, pero me lo aguanté, ya lo hecho hecho estaba; además ella me preguntó de frente como me sentía y me compartió que la primera vez que lo hizo se sintió muy puta, pero que con el tiempo y la experiencia eso se pasa y cada vez se disfruta más, toda una experta la nena, además me contó que les gustaba mucho, pero que era muy difícil encontrar quien les cumpliera la fantasía y me agradecieron haber accedidos a estar con los dos, así que me sentí aún mejor, me sentí en centro del trío.

Hace tiempo no hablamos, pues me comprometí con alguien, pero ella me mandaba saludes con él y me preguntaba cuándo repetíamos. Nunca volví, pero hoy más consciente de lo que hice me gustaría repetirles.