Me está empezando a gustar alguien y creo que yo tambien le gusto, siempre encuentra la manera de estar cerca aunque yo me resista. Le tengo miedo a que estemos solos, yo la trato correctamente y con un dramático respeto, pero, su presencia me cambia, su atención me controla y mi actitud nerviosa me delata, cada vez me resulta más atractiva y simplemente verla pasar por delante mío es como tomar cerveza heladita en las puertas del infierno, ella tiene 16, yo tengo 34. Y esto está mal.