Hola Lincy... soy yo nuevamente, Sagitario...

De antemano agradezco a cada uno de los que se han tomado el detalle de leer mi primera confesión, por sentirse identificad@s con mi relato y por los comentarios positivo que he recibido al respecto.

Para los que no han visto el primer relato les cuento que soy de Bogotá, tengo 34 años y soy madre de un caballero de 12 años.

Como dice el título, hoy procedo a contar con un poco más de detalle el despertar de esa golosa y traviesa que estaba dormida en mi.

Una madrugada que no podía conciliar el sueño, me puse a mejorar aquellos tiempos antes de mi hijo, cuando aún mi cuerpo era "normal"...

De igual manera seguí evaluando cada aspecto de todo lo que había transcurrido desde entonces... hasta que llegué a la evaluación de mi cuerpo... ser mamá ha sido la bendición más grande de la vida, pero hasta hace un tiempo esas marcas de "guerra" me acomplejaban.

Esa mañana me levanté para ir a ducharme... me paré frente al espejo, y después de agarrarme el cabello, procedí a quitarme la pijama.

Comencé a mirar al detalle mis senos... esos que en algún momento habían sido talla 36, tan perfectos, ahora se encuentran llenos de estrías y son talla 40 (gracias hijito porque dejaste en mi cuerpo un gran atractivo sin necesidad de cirugías).

Nunca he sido delgada, pero me detuve a contemplar también las estrías en mi ombligo y en mi cadera... las recorrí con mis dedos una y otra vez pensando en que son las marcas de una guerrera que alguna vez llevó una vida en su vientre y ahora es su motor... y sonreí...

Mientras me quitaba mi panty, apareció ante mi vista, sobre mi monte de Venus, aquella marca indeleble... la cicatriz de mi cesárea... si... mi hombrecito nació por cesárea... (la ventaja es que puedo contraer mi vagina para disfrutar del sexo!)

Después de verme desnuda y consciente de lo maravilloso de mi cuerpo, sonreí por mucho tiempo...

Y sin dudar un solo instante, puse música y comencé a acariciarme... a recorrer cada parte de mi...

Mis senos, mis pezones, mi vagina húmeda... todo mi cuerpo exigía una reconciliación conmigo misma...

Cerré mis ojos y me dejé envolver por la música hasta que de un momento a otro comencé a tocarme... exploré mi cuerpo como nunca antes lo había hecho... tomé el celular y saqué fotos de cada parte de mi cuerpo... cámara en mano comencé a grabar cómo me acariciaba... con dulzura... con calor... con excitación...

De repente, despertó en mí ese deseo de sexo... pero no del que es de "entrada por salida"... ese no... sino de aquel que estimula todos los sentidos... de ese que acaricias con los labios, con las manos y con el cuerpo... nunca he sido de swinger ni de tríos... sólo de aquel sexo que se disfruta entre dos...

Actualmente, sigo en mi práctica de mimos... me tomo fotos y videos... bailo en el baño y disfruto de cada momento conmigo misma...

La lección es amarse, disfrutar de su cuerpo, de amar cada "marca de guerra", todos somos bellos tal y como somos...

Espero les haya gustado mi relato...

Besos y abrazos a todos!!!

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Nota: mi Whatsapp es 3132959729