Por cosas de la vida me he vuelto obligada a revivir un tema que para mi habia quedado sepultado hace mucho tiempo atrás. Mi segundo hijo en realidad no es hijo de mi esposo, la verdad es que es hijo biológico de Pedro, quien es el hermano menor de mi esposo. Entiendo muy bien que esto me hace ver como una mujer horrible pero creanme que decidí guardar el secreto por tratar de proteger a varias personas que hubieran resultado muy afectadas si esto se descubriera.
Hace 8 años atrás mi esposo y yo pasamos por una etapa difícil y hasta consideramos el divorcio. Decidimos separarnos fisicamente para evaluar mejor las cosas en nuestras vidas. Fue en ese momento cuando su hermano Pedro se me acerco, ofreciéndome su amistad y su apoyo
No voy a negar que me di cuenta casi inmediatamente de las intenciones que tenia Pedro al acercarse a mi. Yo le gustaba a Pedro como mujer y ahora que me habia quedado sola yo sabia que no le importaba faltarle el respeto a su propio hermano, yo sabia que Pedro tenia unas ganas locas de meterme a la cama y hacerme de todo.
Lo correcto hubiera sido que no lo dejara acercarse a mi, pero la verdad en ese momento me sentia resentida con mi esposo por que consideraba que el habia tenido la culpa de nuestra separación. Pedro empezó a venir seguido a la casa, empezo a hacerme insinuaciones, me abrazaba por detrás y me hacia sentir su pene contra mi trasero, yo se lo permití.
Una noche que pusimos a mi hijo mayor a dormir nos quedamos Pedro y yo viendo televisión. Yo estaba con shorts y descalza, Pedro me pidió que le acariciara las piernas con mis pies descalzos y yo lo hice. El empezó a agarrarme las pantorrillas y luego los muslos. Yo sabia que me estaba tocando inapropiadamente pero nuevamente se lo permiti. De pronto Pedro me dio un tremendo beso en la boca y me agarro el trasero con todas las ganas de tener sexo conmigo ahi mismo en la sala. Yo reaccione y le dije que tenia miedo que mi hijo se levantara y nos viera. El me dijo “vamos a tu habitacion” y yo acepte pero le advertí que no quería tener sexo y faltarle el respeto a mi esposo.
Entramos a la habitacion, cerramos la puerta y continuamos besándonos encima de la cama. Que les puedo decir, yo le habia dicho que no quería tener sexo pero soy una mujer de carne y hueso, creo que en menos de 10 minutos Pedro ya me estaba chupando las tetas y yo estaba super exitada. El empezó a bajarme los shorts y el calzón por las piernas mientras yo no podia creer que iba a serle infiel a mi marido.
Esa noche tuvimos sexo por primera vez y vaya que si tuvimos un sexo fuerte! Pedro me tenia todas las ganas que se puedan imaginar, en un momento me puso en posición de perrito me agarro fuerte por las caderas y me dio unas penetradas tan firmes y profundas que hasta el dia de hoy me acuerdo como me tuve que morder los labios para no gritar como una loca.
Esa noche sentí que hacia mucho tiempo que un hombre no me agarraba asi de brusco y me hacia sentir tan mujer durante el sexo. Me gusto mucho y no lo puedo negar. Pedro se marcho de la casa a las 4 de la madrugada , me dejo tirada encima de la cama muerta, sucia y semi-violada pero con una sonrisa que nadie me la podia quitar.
Pedro regreso a la casa la noche siguiente y la subsiguiente también. No voy a negar mi complicidad en toda la aventura que tuvimos, me gustaba mucho las cosas que Pedro me hacia en la cama. Me gustaba mucho su miembro, su pene y si, voy a admitir que se la chupe muchísimas veces y con todas mis ganas mientras tuvimos sexo. La verdad es que le permiti a Pedro que se diera el gusto conmigo de todas las formas que se puedan imaginar.
El error mas grande que cometí fue que no me cuide. Yo era joven e inmadura, tenia 25 años y la verdad Pedro tampoco quizo protegerse para tener sexo. El sexo aveces era tan apasionado que recuerdo que se venia bastante, lo cual por supuesto que en mi ego de mujer me encantaba. Puedo recordar ocasiones en que mientras teniamos sexo yo le pedia a Pedro que me la sacara para venirse afuera, pero el envés de hacerme caso se sonreía, me agarraba mas fuerte por las caderas y con todo sus ganas se venia completamente dentro de mi. Ahora cuando lo pienso con madurez creo que hubiera sido casi imposible que no me embarazara y bueno eso mismo fue lo que sucedió
Tuve suerte pues mi esposo me contacto para conversar y arreglar nuestra situación, y solo fue a los pocos días de arreglarme con mi esposo que descubrí que estaba embarazada. Tenia la esperanza de que el niño fuera de mi esposo, pero cuando fui a mi primer control con el ginecólogo y el me dio la fecha estimada de concepción, pues casi me voy de espaldas pues por la fecha era casi seguro que Pedro es el padre biológico del niño
Trate de mantenerlo alejado a mi esposo de las citas con el ginecologo y hasta tuve que pasar la vergüenza mas grande del mundo cuando le pedi al doctor que no le dijera a mi esposo la fecha exacta que se cumplían los 9 meses. Me sentí la mujer mas juzgada del mundo cuando el doctor se me quedo mirando luego de pedirle que no le dijera a mi esposo la fecha. Siempre estaré agradecida pues solo me miro y respondió “no se preocupe señora”
Como dije en un principio, han pasado 8 años de todo lo que les acabo de contar. Recientemente mis hijos tuvieron uno de sus chequeos anuales y al ver el resultado de la sangre les resulto como algo muy extraño que ambos tienen un tipo de sangre diferente. Muy diferente pues mi segundo hijo tiene un tipo de sangre que es poco común. Cuando me lo dijeron imagínense casi me desmayo sabiendo todo lo que les he contado. Lo llame a Pedro y el me confirmo que es su mismo tipo de sangre de el y que es muy posible que mi esposo (su hermano) no tenga ese tipo de sangre.
Creanme que no he podido ni dormir desde ese dia. He tratado de no hablar al respecto, esperar que mis hijos como niños se olviden y estoy rogando al cielo que ni de juego se lo mencionen a mi esposo. Me muero de miedo que un dia jugando se lo mencionen a mi esposo, que a el le parezca extraño y se pone a averiguar al respecto.
Muchas personas nunca saben ni les importa averiguar su tipo de sangre. Como estoy angustiada con este tema empece a preguntarle a amistades sobre su tipo de sangre y casi NADIE en realidad lo sabe con certeza.
Ojala que podamos ir toda la vida sin que este sea un tema que tengamos que tocar.