Hace poco más de un año, estuve de visita donde mi hermano, él tenía una fiesta con sus amigos a la cual me llevó. Empezamos a tomar y como cosa rara cada que bebo me pongo muy caliente, uno de sus amigos empezó a insinuarse y yo como buena niña caí en su juego, nos salimos de la fiesta y nos empezamos a besar y él a masturbarme, en ese momento alguien nos vio así que entramos de nuevo a la fiesta. Pasó más de una hora y yo ya estaba demasiado ebria, y aquel chico ya no estaba, pero eso no fue impedimento para encontrar alguien, otro amigo de mi hermano que acababa de conocer empezó a mirarme durante un buen rato, recuerdo que fui al baño y cuando iba a salir Sebastián me cogió y me encerró en el baño, le pregunté que por qué hacía esto y me empezó a besar, estaba tan caliente que yo hice lo mismo y empecé a tocarlo, el casi me arrancó la camisa, yo tenía una falda, el me corrió las bragas y empezó a masturbarme, necesitaba que me la metiera ya, él seguia masturbándome, me cogia del pelo, me mordía, y cuando me cogió y me la metió tan fuerte senti que casi explote en ese momento, lo necesitaba, la verdad no recuerdo cuánto estuvimos así, me la metió una y otra vez con más fuerza, me chupaba las tetas, y a su vez acariciaba mi clítoris de tal manera que ya no daba para más, hasta que explote y me vine a chorros, sentía que mis piernas temblaban, y el con sus dedos rozaba mi vagina.
Cuando volvimos a la fiesta, hicimos como si nada hubiese pasado aunque yo seguía con ganas de más, en un momento en que estábamos bailando como era tan oscuro, lo tocaba mientras bailabamos y él metia sus dedos en mi, es la fiesta que más he disfrutado en vida.