Hacía tiempo que llevábamos la idea en la cabeza, bueno, en realidad yo, que soy un enfermo del sexo, aunque a ella la palabra “trío” no le disgustaba, total, que un dia le echamos pelotas, y nos decidimos a hacerlo.
El principal problema era con quién, y después de ver candidatos, pues llegamos a la conclusión de que ya aparecería la persona adecuada, ya que alguno que otro confundía el tener sexo con amor, y nada más lejos de la realidad….. De repente un día, después de un concierto de Andrés Suárez en Ferrol, nos fuimos de fiesta sin pensarlo y al entrar en un local que era mas propio de pijos ferrolanos que de peña de toda la vida, al entrar ya me fijé en un chico que le había puesto el ojo encima a Jen, mi esposa, nada más cruzar la puerta y como no le quitaba ojo en ningún momento, luego de beber unas 1906 salgo fuera a fumar, y aí empezó la fiesta…. El chico en cuestión se acercó a mi mujer, y agarrándola por la cintura, le preguntó lo típico, como se llamaba, que hacía ella sola allí ect ect…. Por un lado quería partirle la cara, pero por otro lado me acordé de lo que teníamos entre manos asique deje que todo fluyese.
Entré adentro y lo primero que hice fue darle un beso a Jen, para que quedase claro que ya estaba ocupada, asi que el chico se dio media vuelta, pero lo invité a que se quedara, ante la mirada atenta de mi mujer.
-Me llamo Oscar, soy de aquí de Narón…
-Yo Lewis, encantado…. Y ella es mi esposa Jen, aunque imagino que ya os habeis presentado.
El chico estaba algo cortado, era uno de esos que le gustaban a Jen, moreno, pelo con un gran tupe estilo David Bustamante, delgado, (se notaba que iba al gym) abdominales marcados… esas cosas… total que seguimos hablando y cuando nos dimos cuenta ya iban a cerrar, y nuestra borrachera no podía ir a más.
Estábamos hablando de ir para casa y a Oscar nos ofrecimos a llevarlo, y por el camino le espeté un “si quieres dormir con nosotros puedes…..” a lo que el respondió que no le importaría mirando a Jen directamente.
-No sabes donde te metes…. Jajajaja -respondí-
-Me hago una idea…..
-¿Yo creo que no eh? Jajajaj
Asique cambiamos el rumbo y en vez de para casa vamos rumbo al Hotel Las Palmeras en la carretera de Cedeira, era el mejor sitio para “nuestro” plan ya que
eran super discretos, nadie te via entrar ni salir, y era muy cómodo y discreto el entrar al garaje y ya directamente subir a la habitación, sin que nadie te viese.
Pedimos habitación doble, para toda la noche y accedemos al recinto. Era hoy o nunca, mi mente ya fantaseaba con ver el cipote de Oscar dentro del coño de mi mujer, era algo que me producía tanto placer como a ella una de nuestras grandes folladas.
Llegamos a la habitación y tras instalarnos, Oscar saca una botella de tequila para que nos la bajemos a chupitos, entre chupito va y porro viene, el nivel de alcoholismo ya no da más de si, asique decido darme una ducha para despejarme un poco.
-Voy a darme una duchiña, a ver si bajo el morao un poco. -exclamé-
-¿Y nosotros que hacemos mientras?
-Lo que querais, para eso estamos aqui.
Me meto en la ducha y escucho la tele cambiar de canal varias veces, a la vez que risas de los dos, hasta que escucho unos “aaaaaaahhhhhh ahhhhhhhhh aaaaaahhhhh”........ Sí, pusieron el canal porno de canal+ y aí lo dejaron, salí de la ducha, me senté en el bater mientras me preparaba un cigarro con condimento, y aparte de la tele a ellos no los escuchaba, asique termino de hacer el porro, y salgo del baño tan tranquilo como si nada estubiese pasando, cogí la silla, y me senté frente a la tele mientras ellos permanecían tumbados en la cama, con Oscar metiendole mano a Jen, y esta dejandose llevar…..
-Pues si que mola la peli si -dije para romper el hielo-
-Pues la verdad es interesante -dice Oscar-
-Pues yo prefiero practicarlo que verlo! -nos espeta Jen, que su nivel de alcoholismo aun estaba por las nubes, aunque nosotros 2 no nos quedabamos atrás-
-Pues irle dando.... Que yo aún voy a fumar -Jen se me queda mirando en plan ¿que me atrevo eh?-
-Asique quereis fiesta! -dice Oscar-
-Sí, y tú eres el regalo -suelto yo-
Con la misma Jen le echa la mano al pantalon, tenía la polla durísima, y a juzgar por el tamaño debía ser un pollón lo que guardaba aí debajo…. Se miraron a los ojos y sin más, comenzaron a besarse tímidamente, como probando sus labios, luego fue más intenso, enredando sus lenguas, sintiendo su aliento expelido por una cada vez, una más agitada respiración, la abrazó, la atrajo hacia él, la apretó, quería que sintiera su arma, su herramienta, lo duro que ya estaba, y que le quedaba a altura de su abdomen.
Empezó a palpar su espalda, a levantarle su pijama, se dobló levemente para comenzar a gozar de sus tetas, sus pezones, esas dos cosas ricas que hacían descontrolar su cuerpo. Sentí sus quejidos, mientras le sacaba la parte superior del pijama y a la vez, se bajó la parte inferior del suyo. Tomó su mano y la puso sobre su miembro. Sin más, lo empezó a pajear.
-¿Te gusta?, es todo tuyo, ¡quiero que te lo comas!-, le dijo.
Ella continuó pajeándole, mientras me miraba con toda la calentura de su rostro, que jamás imaginé.
-Estamos locos-, me dijo.
Se sentó en la cama, a la vez que se bajó su short y pudo ver su coñito, mientras separaba su piernas.
-¡chúpame fuerrrrte!. -dijo Jen-
Metío su nariz, hasta que no pudo más y unas primeras succiones a su clítoris que no le costó nada encontrarlo. Ahí estaba, durito, mojado, rosado y disponible. No sabía a esa altura si era el olor, el sabor o lo que estaba viendo lo que me tenía transformado en un animal.
-Vamos arriba, a mi cama-, le dijo.
Mientras subíamos, se iban tocando, ella, su polla y el, su trasero. Corrió a su cama, hundió su cabeza en su almohada, levantó su culo y le dijo: Ahora, te lo ruego, métemelo.
-Todavía no, Jen -.
Acto seguido, metíó su lengua en ese culo y vagina de vicio. Le pasó la lengua por su ano, mientras con mis manos separaba sus cachetes, Recorrió con su lengua desde sus muslos hasta su ano, varias veces, veía sus jugos vaginales en su mejilla, su olor era un perfume de sexo. Sus quejidos eran intensos, los de el también. Se movían de lado a lado.
-¿Dónde aprendiste a hacer eso?-.
No contestó, y siguió en msu faena, claro que se ayudó con dos de sus dedos, temía por momentos hasta que le doliera. Uno se lo metió en su vagina, el otro, se encargó de su ano. Ahggg!!! Exclamaba, con su cara perdida entre sus dos almohadones y su culo cada vez más expuesto, más mojado. Siguió con un mete-saca con sus dedos, mientras con su otra mano busquó tomar una de sus pechugas, que ya se movían locas al compás de ese vaivén de entrega. Hasta que sentí el primer momento de su orgasmo, acompañado de quejidos y gritos cortos
-Ah… Ah… Ah… así…
Sin esperar, recogió con su boca y sus manos, la mayor cantidad de sus jugos y se los llevó a sus labios, a sus tetas, la besó mientras le metía las manos en el pelo, estirándoselo con fuerza.
Intentamos un breve reposo, pero su verga y mi verga pedían su cuerpo. Le hizo caricias suaves en sus pezones, mientras se besaban con mucha ternura y con una mirada cómplice de esta gran atracción pecaminosa, desordenada, culpable pero inevitable. Siguió masajeando sus nalgas, abriéndolas, buscando el hueso de su cadera con firmeza. Mordió su cuello.
yo me separo de ellos y me siento al lado de la cama para disfrutar del espectaculo……
Siguen besándose, y comienzan a quitarse la ropa, primero lentamente, hasta que no aguantan mas y se la quitan del todo.
-Joder que rica estás…….-le dice Oscar
-Pero si aún no me probaste!
-No hace falta, solo hay que verte….
Le agarró el culo y empezó a movérselo de tal manera que ella soltó un gemido de placer…. Hasta que lo tumbó en la cama, y por fin sacó a relucir aquel pollón, ohhhhhh siii, era perfecta, no demasiado larga pero si bastante anchita y gordota, tal y como a ella le gustaban, comenzó a masajearle la polla y la cara de Oscar era de total placer, Jen me miraba con cara de vicio mientras yo fumaba el porro y la tenía dura a rebentar y le dije moviendo los labios, cómetela. No dudó, se la metió en la boca de tal manera que Oscar no sabia que hacer, ni que decir, solo gemir de placer, creo que nunca le hicieran una mamada del nivel que solo mi esposa sabe…. Porque se corrió al poco tiempo, pero Jen no dejaba de chupársela mientras me miraba, me ponía super perraco que hiciera eso, pero Oscar se levantó, la tumbó, la abrió de piernas y comenzó a comerle el coño sin parar, con muchas ganas, Jen solo podía gemir mientras con sus manos le abria el coño aún más, no tardó nada en correrse por lo que Oscar estaba haciendo bien su trabajo. Mi cara era un poema de las ganas que se tenían. Y de las ganas que yo tenía.
Se puso de pie, la contempló y acercó su pene a sus tetas extraordinarias y su glande se posicionó en sus pezones, en su cuello, mientras se pajeaba y lo dirigía bruscamente a su pecho, hasta que lo atrapó en su boca y fue el inicio de frases entrecortadas por que estaba con su verga en su juego fálico: -Cada vez que te miraba el paquete, pensaba en chuparte como ahora-.
-Me gusta tu pene, no dejé de pensar en él, desde que te lo ví en el baño-
.
Estuvo saboreando su golosina un buen rato, alternaba sus succiones con pequeños mordiscos en sus testículos.
-Sigue así, así me gusta, mmmhhhhh, que bien lo haces… hasta el fondo… métetelo… quiero eyacular en tu cara.
Hubo momentos en que creí que explotaba, pero hábilmente se dio cuenta y se levantó.
-Quiero montarte -le dijo-
Acto seguido se dispuso a penetrarla, pero muy suavemente, ya que para Jen era la primera polla “gorda” que cataba, por eso comenzo rozando todo su coño con su pollón, hasta que estaba hasta la cama encharcada de tanto flujo vaginal (que rico!) que soltaba, se la clavó super despacio y aún así Jen soltó un gran gemido de placer, cambié mi ubicacion a los pies de la cama, solo para ver como ese pollón entraba y salía del coño de mi esposa, dios, la tenía tan dura que me iba a rebentar, asique empecé a tocarme, algo que no quería hacer hasta que lo hiciese ella. Se inició una carrera loca de lujuria, ella arriba, con sus tetas moviéndose y su pelo sobre su cara, sus ojos estaban blancos, le apretaba los hombros hasta provocarle dolor, era un sube y baja violento, se tiraba los pezones y luego los acariciaba sin bajar el ritmo de su galope.
-¡¡Qué polla… qué polla… está muy adentro… ahhhh… ahhhh…!!!
Estubieron mas de 15 min. follando sin parar hasta que Oscar se corrió todo dentro de su coño, pero seguía follándola, hasta que ella se corriese, pero ella no quería, solo quería esa polla cada vez más dentro de ella.
Acabó por correrse a chorros, y tras apartarse Oscar se puso a 4 patas enfrente a mi, y me sacó el calzoncillo, y mi polla quedo dura como una piedra al aire, y se la metió en la boca sin pensarlo, a la vez que Oscar se ponía un anillo vibrador, y se la clavaba por detrás, era una puta cadena de placer, disfrutabamos los 3, la cara de Jen era espectacular cada vez que ese cipote la clavaba, con el anillo vibrador puesto, el placer era doble…. si ya es preciosa al natural, imagináos lo más bella que se pone con tal cara de gusto y placer.
Me hizo una mamada bestial en la que me corrí en su boca en nada, y Oscar no paraba de follarla por detrás mientras la tenía agarrada de la cintura, creo que nunca la ecuchara gemir de tal manera. A punto de correrse se la sacó y la metió en su boca, y se corrió en el acto, pero Jen me guardaba un as en la manga, tenia aún en su boca mi corrida, que tras juntarse con la de Oscar se convirtio en una gran cantidad de leche…….. Y me besó, de esos besos que solo nosotros sabemos darnos, una bola de nieve brutal que me supo a gloria, y me la ponía más dura y con él lo mismo, me paso a la cama, y comienza a comerse las dos pollas a la vez.
-Joder que bien folla
-Lo dudabas? -le dije-
-No, lo esperaba
-Pues cállate y disfruta.
Con la misma Jen, que al parecer le gustaba mucho aquel cipote, no dejaba de chuparsela mirandome a los ojos mientras mantenía mi polla agarrada en su mano, a él se la chupaba, y a mi me hacía una paja…. La tumbamos en la cama y me moría por follarla, pero deje que Oscar lo hiciese, volvió introducir aquel pollón mientras yo le abría mas el coño para que entrara más, y me centré en el clítoris de mi mujer que estaba duro como una piedra y no deje de tocarlo mientras Oscar le clavaba el cipote una y otra vez…….. Hasta que explotó, y me pidió que la enculase, quería dos pollas dentro de ella y no dudé, asique se tumbó Oscar, , y se tumbó encima de el mientras se la clavaba entera, y a su vez yo le metía 2 dedos en su hermoso culazo, para abrirle bien el ano. Me puse yo tambien un anillo vibrador, y se la clavé en ese culazo que me vuelve loco, ella gritaba a más no poder pero de placer, no de dolor, ya que todo lo que haciamos lo haciamos con amor, mi polla entraba y la de Oscar salía y viceversa….
Más de 15 min. follandonosla hasta que explotó y se produjo un “squirt”, que se corrió a chorros vamos, pero seguimos dandole caña hasta que no pudimos más. Tras un breve descanso cambiamos los turnos, y esta vez sería Oscar el que se la clavaría en todo el culo, tenia miedo porque le doliese ya que era bastante gordota, pero todo lo contrario, empezó a follarme de tal manera una vez tenia ese pollón dentro de su culo que creo que nos acabamos corriendo los 3 a la vez una vez más, yo en su coño, el en su culo, y ella en mi polla…. La verdad fué bestial. Una vez terminamos ella cayó rendida y se quedó dormida enseguida (su morao no daba para más…..) y Oscar y yo salimos a la ventana a fumar, y hablamos de la experiencia, mientras no dejabamos de mirarla…. Nos fuimos a la cama, nos quedamos dormidos con el porno del plus puesto, pero a eso de las 7 de la mañana, me despierta Jen haciéndome una mamada, y al abrir los ojos vi a Oscar por detrás clavándosela de nuevo, yo sonreí, y ella me sonrió y me dijo: -no digas nada, solo disfruta Asique repetimos la experiencia, hasta que no pudimos más, nos dimos una ducha cada uno para despejarnos, Oscar pagó muy amablemente la habitación, lo llevamos a su casa, y de camino a nuestra casa hablamos de la experiencia, que nos animaría a repetir…..
Pero eso, ya es otra historia.