Siempre me han gustado las emociones fuertes. Desde pequeño meterme en problemas era algo placentero.
Mis padres se separaron cuando tenía cuatro años. Desde entonces soy el único varón de mi familia y el más pequeño. Vivo con mis dos hermanas y mi madre, es algo reprochable vivir solo con mujeres, no tienes las comodidades de las que te gustaría gozar.
Mi vida sexual empezó algo temprana e intensa, el incesto era algo que no pasaba en mi mente a mis diecisiete.
Cuando entre a la preparatoria una tía se consiguió un departamento cerca de nuestra casa, ella es prima de mamá, y vino a México para estudiar una maestría en psicología, es independiente en cierto sentido, quiero decir, ella viene a mi casa muy seguido para lavar ropa, o incluso mamá la invita a cenar.
Mi tía es más joven que mamá; está en los veintiséis, es hermosa realmente, fantaseas con ella en el primer momento que la conoces. Te estremecen esos ojos completamente negros que tiene, hacen el papel de un escaparate espectacular con sus cejas gruesas, su pelo es castaño oscuro, tiene un gran cuerpo, sus piernas definidas te invitan a besarlas completamente, se le mira un culo bastante duro y sensual pero sin caer en lo vulgar, sus pechos se ven tonificados, firmes, no son tan pronunciados y aunque su atracción física tiene mucho que ver es alguien que transmite seguridad, siempre está sonriendo, su mirada te ruboriza, sus movimientos, la forma en que camina y como baila, su olor, su voz es algo ronca y sexy a la vez.
Al principio nuestra relación era indiferente. Hablábamos de como nos iba en la escuela, que música escuchamos, que película habíamos visto, le recomendaba libros, era una amistad muy normal. Realmente no sé que fue lo que provocó aquel cambio de interés. Recuerdo que había ido a mi casa a lavar un poco de ropa en la tarde y me pidió que la acompañara a su departamento para ir a dejar esa ropa que había lavado y regresar para la cena, en el camino nos pusimos a jugar verdad o reto fue algo gracioso porque nos preguntamos solo estupideces. Cuando llegamos a su piso ella paso a su habitación a dejar la ropa y tomo una sudadera, realmente no estuvimos mucho tiempo ahí. Cuando serró la puerta me dijo que era alguien apuesto y que debía de aprender a besar bien, eso hizo que mi rostro se calentara, ella solo rio y dijo que podría enseñarme. Yo seguía como un idiota, pasmado, se acercó a mí tocando mi rostro con su mano y pego sus labios con los míos metiendo su lengua en mi boca poco a poco, fue excitante, se acercó lo suficiente para que sintiera mi erección en su abdomen me tomo de la mano y me dijo que le gustaba, yo seguía callado, me dejó intranquilo y excitado realmente no sabía que hacer ni adónde mirar, quería que me tragara la tierra, paso muy poco para que ella retomara la ronda de verdad o reto, como si no hubiese pasado nada. No le di importancia al juego. Tenía que procesar lo que había pasado, me sentía anonadado, iba contestando lo que ella me preguntaba de igual manera eran preguntas bobas. Cuando llegamos a casa mis hermanas estaban preparando la mesa para la cena, yo subí a encerrarme a mi habitación, no quería salir, me sentía nervioso, con miedo, no quería ver a mi tía.
Se me ocurrió tomar una ducha para ponerlo de pretexto y no bajar a cenar hasta que mi tía se fuera. Tomé mis cosas y entre al baño, quería olvidar ese incómodo momento, en mi celular sonaba Aaron Smith – Dancin, el baño empezaba a llenarse de vapor al mismo tiempo que iba quitándome la ropa, entre a la regadera y dejé que el agua tibia empapara mi cuerpo.
Esa noche fue algo difícil para mi dormir. Me entró el deseo de sentir su lengua dentro de mi otra vez, comencé a deleitarme con el placer que estaba por llegar, mi pene se empezó a poner duro y me puse a fantasear con ella sin masturbarme. Me excitaba demasiado pensar ella, saber que es mi tía y que el incesto es algo prohibido de cierta manera pero eso lo hacía aún más excitante para mí.
Paso una semana para que me mandará mensaje. Le había recomendado una película de Quentin Tarantino Pupl Fiction, el mensaje decía, ya vi la película, me gustó. Pensé que me diría algo respecto al beso pero no fue así y sinceramente yo no quería ser el primero que hablara de aquello.
Mas tarde vi que llegó a la casa para lavar ropa de nuevo, me quedé paralizado cuando la tenía de frente, ella me saludó y empezó a platicar como siempre lo había echo, eso me hizo sentir tranquilo, relajado. Me miraba expectante. El deseo salía por sus ojos. Rápidamente mi excitación aumenta, intenta tocarme, mueve las manos de manera torpe, logra tocar mi mejilla. La miro. Vuelvo a poner su mano legos de mi. Me mira suplicante. Tiene la respiración entrecortada, no se puede controlar, quiere tocarme, me ruega.
El placer aumenta, me gusta verla desesperada por tocarme. Pero me alejo de ella por temor a que mi madre o mis hermanas llegarán repentinamente. Pensaba en un tema de conversación para relajar la tensión que se había dado entre nosotros pero no se me ocurría nada a si que opte por poner algo de música, caminé hasta el estéreo y conecte mi celular, escogí la primera canción que apareció en mi reproductor Chris Isaak – Wicked Game.
Ella seguía observándome fijamente. No paso mucho tiempo para que mi mamá apareciera, quería que fuera al supermercado a traer algunas cosas que ocuparía más tarde, sin reprocharle nada decidí ir de inmediato.
Cuando me encontraba comprando las cosas que me había encargado me topé con una mujer bastante buena, se veía en los treinta. Ella llevaba un vestido floreado, tenía un gran culo y todos los hombres la volteaban a ver. Lo primero que se me vino a la cabeza fue mi tía usando un vestido igual a ese, fue excitante tan solo imaginármelo.
Decidí tardarme lo más que se pudiera estar en el supermercado. Aunque las ganas de mirarle su cuerpo y aquella mirada que tiene, que te estremece, que te excita a cierto momento de estarla mirando no eran suficientes para llegar y encontrarme con ella de nuevo por el simple echo de no saber como manejar la situación, de no saber que hacer cuando la tenga de frente.
Por suerte cuando llegué ya se había marchado. Ya era tarde, había anochecido y tenía tarea pendiente de la escuela. Me preparé un té y decidí empezarla.
De nuevo volvió a pasar varios días para que me mandara mensaje. Obviamente estuve pensando ella. No puedo recordar el día que fue solo sé que ya era tarde cuando sonó mi celular. Era un mensaje de ella. Quería que fuera a su departamento que había conseguido una buena película. Por supuesto que supe la intención del mensaje. Quería verme y yo quería hacerlo también. Tuve una explosión de emociones, sabía que iba a suceder algo bueno esa tarde. Sin pensarlo demasiado le contesté que sí. Me refresque un poco y cepille mis dientes, lo recuerdo bien, le dije a mi mamá que iba a salir un rato. Tomé mi sudadera y me marché.
En camino a su departamento sentí una sensación similar a la que sientes antes de pelearte. Sentía adrenalina por todo mi cuerpo, me temblaban un poco mis piernas, se me hizo más lejos que de costumbre llegar a su departamento. Antes de tocar su puerta decidí ir por un cigarro, ya tenía tiempo que había empezado a fumar pero ese día deseaba tener un cigarro en mi boca.
Cuando por fin toque su puerta me abrió de inmediato como si hubiese estado esperando detrás de esta. Me abrazó y toco mi nuca alborotando un poco de mi cabello susurrándome las ganas que tenía de verme. Se dio cuenta que había fumado y note una cara de disgusto en su rostro. No tardó en decirme que detestaba el olor a cigarro. No hice caso de eso, me tenía atado de los ojos por los cortos que tenía puestos, eran de mezclilla oscura algo desgastados, se le miraban unas piernas tan deliciosas acompañadas de unas calcetas largas color rosa pálido, de igual manera tenía un suéter rosa remangado de ambos brazos, su pelo lo tenía suelto, y me estaba embriagando con el aroma más esquicito que he olido. El de ella, el de mi tía.
Me ordeno que saliera a la terraza que quería mostrarme algo. Cuando llegue a ella lo primero que vi fue un catre y su laptop, al parecer ella estaba aquí antes de que yo llegara, no era tan grande el lugar, había muchas plantas algunas de ellas estaban colgadas, se veía genial y aunque no era de los pisos más altos del edificio tenía una vista estupenda.
Quise recostarme en el catre y poner música desde su laptop, Børns – Electric love me parecía buena idea. Cuando ella apareció traía un jugo de manzana. Se sentó alado mío y estiró del juego para que yo bebiera de este.
Nos mirábamos ambos fijamente, el deseo de tocarnos se hacía notar. Paso su mano por mi pierna y la recargo por debajo de mi ombligo. Yo la tomé de su barbilla y la jale hacia mi haciendo que nuestro labios se encontraran, mi lengua buscaba su labio superior. Empezaba a sentir como mi verga se ponía dura y se desenvolvía cerca de su mano. Ella se giró y trepó encima de mi de forma que tenía sus piernas encima de las mías. Me pasa la mano entre las piernas sintiendo mi erección. Quiero mover las piernas, pero no puedo. Me tiene aprisionado y mantiene un ritmo constante con su cadera. Quiero que me cogas, quiero sentirte dentro de mi. Me lo dice de una forma entrecortada. Se desabrocha sus cortos que tenía puestos. Toma mi mano y se la lleva hasta su sexo. Diciéndome como la hago sentir. Estaba mojada y gemía cada vez que mis dedos tocaban de ella por encima de su ropa interior.
Desciendo por su cuello. Rápidamente su excitación aumenta.
Entonces, dejo de besarla. La miro. Puedo ver en su expresión que me desea. Se retira un poco de mi para poder quitarse el suéter. Cuando termina de hacerlo me doy cuenta que lleva un sujetador de encaje negro. Se le miraba increíble, hacía resaltar su piel clara que lucía tan suave y con un leve olor cítrico de alguna crema que había usado.
Deja caer su suéter al piso y poco a poco va tirándose de espaldas en el catre de forma que la tenía recostada en frente de mi y con sus piernas a lado de mi cadera. La sujete de los cortos desabrochados y empecé a bajárselos. Tenía ese increíble cachetero de encaje negro que hacía juego con su sujetador. Me encantaba como se miraba con su ropa interior oscura y esas calcetas rosas largas que le llegaban por debajo de sus rodillas.
Le di un sorbo al jugo de manzana. Me quite la playera que llevaba puesta y enseguida mis Nike Air Force 1. Me quedé con mis pantalones de mezclilla solamente. Me acosté a lado de ella y la seguí besando. Los besos eran cada vez más intensos. Frotaba su mano en mi pecho y la deslizó por mi abdomen hasta llegar a mi erección. Desabrochó el pantalón y metió su mano. Empezó a masturbarme demasiado lento. Dejamos de besarnos. Veo como sube su mano y desliza su lengua sobre su palma y de nuevo la baja hacía mi erección. Ella me miraba fijamente mientras lo hacía una y otra vez. Dejó de hacerlo para subir sus dos manos a mi rostro y que nuestros labios se encuentra de nuevo. Dejó de besarme y paso su lengua por casi todo mi rostro. Yo tenía mi mano de tras de su cabeza y la otra reposaba en su abdomen. Tomo mi mano y la bajo hasta su sexo. Estaba tan húmeda. Dejó su mano encima de la mía y me guiaba como moverla. La empecé a besar por todo su cuello y parte de su pecho. Escuchaba como aumentaba su respiración y de como estiraba sus piernas cada vez que mi mano se movía por su húmeda vagina. Me gire para estar en una mejor posición, ahora estaba encima de ella. Tomé sus brazos y los lleve detrás de su cabeza, besando cada uno de ellos y parte de sus hombros hasta bajar por sus costillas. La enloquecía. Era excitante ver cómo se retorcía de placer.
Alzó su cadera y se empujó hacia atrás sobre el catre para que pudiera estar más cerca de sus piernas. Mis besos descendían desde su boca hasta su ombligo. Tenía una piel tan suave y con ese aroma a cítricos que me volvía loco. La tomé de la cintura y la sujete de su cachetero, dándole a entender que iba a quitárselo, volvió a levantar su cadera y deslice su encaje por sus piernas y encima de sus calcetas. Se le miraba una vagina tan hermosa, sus labios menores estaban completamente contenidos por sus labios mayores, se le miraba estrecha, ligeramente cerrada, depilada completamente.
Empecé a descender desde sus piernas hasta su sexo, besando y acariciando cada una de ellas. Dándole a entender que deseaba darle sexo oral. Cada vez que me acercaba a su vagina abría sus piernas más y más hasta el punto de que me abrazara con ellas y las posara sobre mis hombros. Fui explorando su área acercándome lentamente hasta llegar a su clítoris, lo acaricie con mi lengua y labios dándole una brisa de aliento cálido, le di un beso suave, lento, usando poca presión. La escuché gemir. Su respiración era cada vez más intensa, sus piernas las estiraba y podía sentir como contraía sus caderas. Mantuve el ritmo por un rato hasta que ella me tomo de mi barbilla y me llevo hasta sus labios. Me besaba de una manera tan intensa. Pasaba su labio inferior por mi barbilla, una y otra vez. Decidí quitarle el sujetador de encaje que traía puesto. Me costó un poco de trabajo por la posición en que me encontraba. Cuando por fin logré desabrocharlo pude besar sus pechos completamente, apretando sus pequeños pezones con mis labios y acariciando cada uno de ellos con mi lengua. Me encantó hacerlo, me excitaba demasiado tener en mi boca sus pechos, el olor a cítricos me seguía embriagando. Dejé sus senos completamente empapados por mi boca.
Me tomo de los hombros y me empujó levemente para que pudiera estar de rodillas sobre el catre. Apoye mis manos detrás de mí y levante mi cadera. Ella se enderezó para poder tener una mejor posición y tomarme de la cintura. Frotaba su mano sobre mi erección. Me tomo de mis pantalones y los fue bajando poco a poco.
Me pide estar quieto. Mi placer aumenta. Me gusta verla en la posición en que a quedado. Gatea un poco dirigiéndose hacia a mi con el culo levantado. Dos hoyuelos al final de su espalda la hacen ver tan sexy. Pasa su lengua por mi ombligo y sube por todo mi abdomen hasta llegar a mis labios. Me besa. Su boca está en mi cuello. Luego va directo hacia mis pezones.
Continúa descendiendo. Sus movimientos son cada vez más lentos. Cuando llega a su objetivo me toma y empieza a masturbarme con un ritmo constante. Lo acerca a sus labios dándole un beso delicado, empieza su lengua a recorre todo mi pene, se detiene en la punta y pasa su lengua alrededor de él. Poco a poco lo introduce a su boca sin dejar de usar sus manos. Me mira expectante. Puedo ver el placer que sale de su rostro. Lo está disfrutando tanto como yo. Sus ojos están fijamente mirando hacia los míos. Quiere ver como me hace sentir cuando lo tiene en su boca.
Empieza hacerlo más rápido. Mi pene ya está demasiado mojado por su boca. Comienza succionarme e inicio a mover mi cintura al mismo ritmo que ella. Empiezo a sentir como mis glúteos se contraen. Me estoy retorciendo de placer. Estoy a punto de venirme. Ella se da cuenta y deja de hacerlo. Coloca su mano en la punta de mi pene calmando esa sensación de querer eyacular. Sonríe y asciende por mi abdomen hasta llegar a mi boca. La tomo de la mejilla y la comienzo a besar.
Mis manos le recogen el pelo que tenía en la cara y las comienzo a bajar por toda su espalda. Sus manos me vuelven a tumbar sobre el catre. Observo como se estira a hacia una de las plantas que estaban más cerca de nosotros y toma un condón de ahí. Se vuelve girar hacia el catre y sube sus piernas encima de mi. Antes que abriera el preservativo. Comenzó a moverse por encima de mi, de forma que su sexo frotaba mi pene sin que entrará en ella. Mantiene ese movimiento por un rato, lo hace lento y tortuoso. Es absolutamente maravilloso.
Cuando decide abrir el preservativo lo hace con los dientes. Lo coloca sobre mi. Enseguida se aromatiza un olor frutal. Alza sus caderas para poder tomar mi pene e introducirlo dentro de ella. Lo hace lento. Se corre un gemido al mismo instante que la penetro.
Comienzo a cogerla desesperadamente. Sus movimientos son rápidos y logran llegar hasta el fondo. Recarga sus manos sobre mi pecho sin perder el contacto visual. Mantiene el ritmo, esto es maravilloso. Cierra los ojos, estamos completamente entregados uno del otro. Sus gemidos son cada vez más fuertes. La tomo del cuello, dándole a entender que quería besarla, nuestros labios se encuentran nuevamente. Desciendo hasta su cuello y hombros, su respiración es agitada. Enseguida se tumba sobre mí, con las piernas ligeramente abiertas, piel con piel, pasa sus brazos alrededor de mi cuello, empieza a deslizarse sobre mí con movimientos suaves, adelante, atrás, lateralmente. La tomo de su cintura y ella empieza a voltearse de forma que ahora está tumbada de bajo de mi, me arrodillo frente de ella y coloca una pierna en mi hombro, la comienzo a penetrar mientras sostengo su pierna encima de mi. Mis embestidas llegan hasta el fondo y son cada vez más rápidas. Lo está disfrutando. Sus senos se mueven al mismo tiempo que la penetro. Ella se encuentra sobre su espalda y estira su otra pierna en dirección a mi hombro, ahora abro mis piernas ligeramente y coloco sus piernas a ambos lados de mi cabeza sobre mis hombros. Agarro sus caderas con fuerza y me inclino sobre su cuerpo. Ella se apoya bien en el y disfruta de mis balanceos. Seguimos teniendo un contacto visual sumamente intenso. Empieza a utilizar amabas manos para acariciarme.
Mantengo mi balanceo constante. Gime de nuevo. Abre la boca y me pide que introduzca mi pulgar en ella. Me empieza a chupar y lo hace tan esquicito.
Sus gemidos aumentan.
Sujeto con fuerza sus muslos y me balanceo con más fuerza dentro de ella. Trata de mover sus caderas. Un grito desahogado sale de su boca. Esta completamente entregada a mi. Percibo que su orgasmo está por venir. Mi excitación aumenta. Me pide detenerme. Que aún no quiere venirse. Dejó de balancearse y bajo sus piernas de mis hombros. Esta excitadísima. Me toma del rostro y me acerca a su boca. Sus labios están demasiados húmedos. Mientras nos besamos ella me está acariciando del pecho y yo hago lo mismo con sus piernas. La tomo de sus muslos y subo su pierna encima de la mía descendiendo hasta su tobillo. Ella sigue estando acostada boca arriba, con las piernas estiradas y sus brazos detrás de su cabeza. Me coloco encima de ella y comienzo a introducirme dentro de su sexo. Me empiezo a mover de atrás hacia adelante, ella tensa todos sus músculos, cierra las piernas con los muslos muy juntos, me sujeta de mi cintura y empieza a tener un ritmo con las embestidas que le estoy dando. Coloco mis manos cerca de sus costillas de modo que puedo recargarme mejor sobre el catre y al mismo tiempo rozo de sus costados, empiezo a acelerar mis movimientos y no pasa mucho tiempo para que la vuelva a escuchar gemir, cada vez me toma más fuerte de la cintura y me empuja hacia ella con más fuerza. Mi excitación aumenta y me percato de que mi orgasmo esta por venir. Abre ligeramente sus piernas para que pueda llegar más profundo. Comienzo a cogerla desesperadamente. Me muevo rápido. Estoy por llegar al clímax. Entró en ella hasta el fondo una vez más. Me aprieto con su cuerpo y tengo un orgasmo increíble.
Se corre un gemido fuerte de su boca. Lo que intensifica aún mas mi clímax. Percibo que su orgasmo está por venir. Me desplomo sobre ella. Intenta abrazarme pero empieza a contraer sus caderas. Estira sus piernas, separa sus muslos y comienza a retorcerse de placer, estalla su orgasmo, gime, su respiración sigue entrecortada y agitada. Esto es maravilloso.
Me termina abrazando de nuevo y comienzo a besarla.
Empiezo a apapacharla, sigo acariciando su cuerpo.
Perdimos por un instante el tiempo. El cielo estaba pintado con tonos naranja y amarillo, el sol ya estaba lanzando sus últimos rayos entre las nubes. La terraza produce sensación de quietud y calma. Se induce un clima templado, dándole un aire fresco y hermoso, su laptop seguía reproduciendo música aleatoriamente.
Voltea a sonreírme y me dice con un tono de voz juguetón. Zayn – Entertainer se ha vuelto mi canción favorita, ahora cada vez que la escuche recordaré como te tenía dentro de mí.
Me dio un beso en la mejilla y me preguntó si quería bañarme. Sinceramente quería ducharme, deseaba un baño, pero le dije que lo haría hasta que llegara a mi casa. Volvió a besarme y se metió a la ducha.
Tome mi ropa y empecé a vestirme. Tire el condón al cesto de basura y espere a que ella saliera.
Me entraron las ancianas de volver a fumar. Decidí ir por un cigarro antes de que saliera. Me esperé estar de nuevo en la terraza para encenderlo. Busque The Greg Kihn Banda – The Breakup Song y empecé a escucharla mientras prendía el cigarro.
Cuando salió de ducharse ya había anochecido. Tenía puesto un pantalón de mezclilla con el que se le marcaba el culo firme y levantado, su playera negra era deportiva sin mangas como especie de top, dejaba ver su ombligo. Su pelo lo traía húmedo. De nuevo la rodeaba ese aroma a cítricos que me volvía loco.
Me tomo de la mano y la apretó al mismo tiempo que la llevaba a su boca para besarla.
Me preguntó si quería comer algo. Realmente no tenía tanta hambre. Pensé en tomar un té, a ella le pareció buena idea, puso a calentar agua. Empezamos a platicar y nos turnábamos para poner música desde su laptop.
La pasamos increíble. Independiente de haber cogido y que fue mi primera experiencia sexual, y que haya sido con ella, con mi tía, fue muy cómoda la plática que tuvimos, aclaramos varias dudas que teníamos los dos. Obviamente volveríamos a repetir, y vaya que si lo hemos hecho. Hace cuatro meses que tuvimos nuestro primer encuentro. Mi madre y mis hermanas no han sospechado nada y eso que hay ocasiones en las que nos ponemos muy calientes estando cerca de ellas.
Nos confesamos todo. Ambos hablados de los intereses que nos nacen, de los fetiches que nos surgen y tratamos de complacernos ante todo.
Desde entonces también miro mucha pornografía, no para masturbarme, si no para ver cómo hacen su papel, como toman a las mujeres y tener ciertas ideas a la hora de estar con ella. Me ha enseñado muchas cosas respecto a su sexualidad y de como debo comportarme antes y durante el sexo.
Hemos hecho tantas cosas en las que no estaba seguro de hacerlas y que me han terminado gustando.
De echo fue algo así como descubrí este foro. Me hablaba de técnicas que quería practicar conmigo, yo las buscaba por internet para tener una idea más fresca y cuando me di cuenta de esta sección de confesiones me pareció buena idea compartirles mi caso, obviamente, describir de manera detallada y ordenada, cómo son los lugares, las personas, los sentimientos, no se igualan cuando las vives en carne propia, pero me gustó confesar esto, de echo a nadie le he contado de esta situación, ni a mi mejor amigo.
No me arrepiento de nada. Pero me preocupa que en el futuro tenga cierta frustración por lo que estoy haciendo.
La percepción que tengo de la vida a mi corta edad puede cambiar en cierto tiempo. Pero por ahora puedo decir que la vida vale la pena por el placer y no me refiero al sexo exclusivamente si no a cualquier cosa o situación que te genere placer
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