Buen día.
Primera confesión que hago.
Creo que muchas personas al igual que yo han pensado en cogerse a un(a) profesor(a). Todo comenzó cuando fue el momento de encontrar un colegio para mi hija, pase por varios colegios mirando el mas idóneo, hasta que llegue a uno que además de cumplir con lo que buscaba tenia en su planta docente a una espectacular mujer (1.60 mts, con buena pierna, nalgona, tetas medianas, ojos verdes).
Cuando comenzó el año escolar, me di cuenta que conté con la suerte de que ella sería la profesora de mi hija, todo transcurría normal, reuniones de padres iban y venían, cuando ya llego la clausura del año escolar, espere a que terminara el evento y cuando ya casi todos se habían ido, entre a buscarla con excusa de reclamar unos papeles, por fortuna la encontré sola, le pedí el boletín de mi hija y cuando fue a entregármelo, lo tome con todo y su mano, ella me miro avergonzada y supe que era mi oportunidad. Le dije: "¿Salimos esta noche?", quedo sorprendida, no supo que responder, entonces tome su bolígrafo y le apunté mi número, le dije: "si te decides, me avisas".
Ya en la noche sonó mi celular, era la rica profesora diciéndome donde encontrarnos. Acudí a nuestro encuentro en un bar, cuando la vi, estaba preciosa con un hermoso vestido con abertura en su pierna y un escote que me tenia distraído, conforme íbamos tomando, nuestro deseo se hacia mas notorio, yo le decía que siempre me había interesado, pero no dije nada por ser la profesora de mi hija, pero que ese día no pude aguantar mas, mientras le iba contando eso, ella puso su mano en mi pierna y se acerco diciéndome que a ella le pasaba lo mismo, le propuse que nos fuéramos de ahí a un lugar mas tranquilo. Pedí un Uber, cuando subimos al carro ella me pregunto que a donde íbamos, le dije que era una sorpresa, cuando llegamos al motel, me miro con cara de deseo.
Camino a la habitación no aguante mas todo ese deseo, la cogí y la bese, la pasión era tal que la tome por sus nalgas y la alcé, abrimos la puerta, como pude la cerré, nos dejamos caer en la cama, desabroche su vestido, y comencé a quitárselo, a medida de lo iba quitando la besaba comencé por el cuello, iba recorriendo su cuerpo suavemente, me detuve en sus tetas, tenia el pezón duro, se lo mordí, y sentí el estremecimiento que eso le causo, ya que con sus piernas me acerco hacia ella, seguí bajando y cuando llegue a su panty, le mordí el monte de venus y pego un gemido que me excito aun mas, ya sin vestido, la tome por las piernas y le quite el panty, oh!! que placer, verla toda mojada, empece por tocarla y ella correspondía de forma magistral moviéndose cada vez que la tocaba, metí un dedo y sentí ese calor excitante, ese calor que ustedes mis queridas mujeres tienen cuando están calientes, al sentirlo no lo dude y baje a lamer esos jugos deliciosos y a meter mi lengua en fuente de tan rico placer.
Ya después de hacerla venir de esa forma, ella fue quien tomo la iniciativa, me quito la camisa, empezó a besar mi pecho, con la mano fue bajando y cuando se encontró con mi pene, que ya a esa altura estaba bien duro, se saboreo los labios y bajo mi pantalón y boxer de un solo tirón, haciendo salir de forma rápida mi pene bien erecto, sin pensar en mas, se lo metió en la boca, cual golosa ella. El mejor oral que me han hecho hasta el momento, se lo metía completo, me chupaba los testículos mientras que con la mano ella me pajeaba, volvía y se lo metía, lo mordía, se notaba que lo disfrutaba.
No aguante mas y la volteé, ella muy complaciente se puso en cuatro, sin mas, se la metí completo de solo envión, se estremeció tanto que sus piernas quedaron débiles, la seguí penetrando duro, cada vez que lo tenía todo adentro ella gemía de placer, pidiendo mas y mas mi verga dentro suyo, hasta que sentí un liquido caliente y viscoso, delicioso, en mi pene. En la misma posición la tome por los tetas, haciéndola arquear para que de esa forma me quedara libre su clítoris, el cual con mis dedos se lo masejeaba, después de un rato me volteo, se hizo encima mio, y se puso a cabalgar, mientras se metía toda mi verga, yo iba jugando con sus tetas, las apretaba, la besaba, se la mordía. Sentí que ya iba a llegar, por eso me hice encima de ella, colocando sus piernas en mis hombros, y la volví a penetrar duro, de forma constante, hasta que llegamos los dos.
Quedamos extasiados, tendidos en la cama, nos servimos algo para recuperarnos. Después de eso, lo hicimos nuevamente, no con la misma duración, pero si con la misma pasión.
En la actualidad ella sigue siendo profesora de mi hija, y cada vez que podemos lo repetimos.
Déjame decirte querida Profesora. ¡Que buen polvo eres!.