El viernes x de mayo, mi mejor amiga y otra amiga me invitó a tomarnos unos tragos por el cumpleaños del roomate de la esposa. Me dijo que era un hombre muy guapo y que me iba a encantar. La verdad no pensé en ir, hasta que me dijo que él era de mi edad. Podrá parecer absurdo, pero los últimos hombres con los que había tenido relaciones me llevaban más de 8 años y sentía que quería alguien más acorde con mi tiempo vital, menos perdedor o menos desordenado y sí lo fuera, más justificado por su "juventud".
Salí de clase, una clase encantadora con un profesor de ascendencia Siria. Me llamaron mis amigas, una hablándome paisita a lo que le respondí con toda la sabrosura, "'¿que vamos a hacer pues, mi amor?". Me esperaban casi a la salida de la Facultad, una tripiada, la otra llena de amor como siempre. Bajamos hasta una tienda, pasando entre las luces de la séptima y las copas de los árboles,charlando y charlando de todo. Compré media de aguardiente y nos fuimos a visitar un amigo. En esa casa, una de mis amigas recordó cuando fuimos a una farra de electrónica en melgar, ante la risa cómplice de ambas, cuando les dije qué tan feliz estaba cuando me metí a nadar a las 5 de la mañana, replique a mi amiga para que me contara: "¡habría querido besarla, para que me compartiera de esa felicidad que emanaba!" suspire, porque mi felicidad tendría un poco de jazz en las fisuras de la sonrisa, suspire porque su beso me había llegado, tardío pero sentí como había mojado mis labios.
Tipo 11:00 pm salimos, consentí a un perro y no al dueño (celoso, ante la cita del can conmigo la mañana siguiente de manera graciosa me dijo que él iba con el can, reimos!!) , canté hector lavoe: ¡¡yo soy el cantantee!! andando por la calle, hasta que llegamos a la casa del guapo. Sí era guapo, demasiado, y yo estaba ignorándolo como hago con quien me gusta.
Me embriagué un montón, me perdí, hable y me distraje, como siempre hago, entonces hablaba con alguien y me iba, no podía estar en un solo lugar. Luego no sé como nos acercamos, ni quien saco a la gente o como se fue la gente, ebria me imagino, demasiado ebria y drogada. No se como pasó, pero estaba en la cama de él faltando media hora para mi clase, y solo recordaba que le había pedido condón y ambos en nuestra borrachera lo olvidamos y lo hicimos. A esa hora abrimos los ojos, él con un poco más de guayabo moral que yo, hablamos un rato y nos levantamos. Me fui a la sala y fume un porro con mi mejor amiga, y me dieron ganas de hacerlo otra vez, pero en mis cinco sentidos.
Volví, le di un beso en la boca y ante su incertidumbre lo verbalice: podemos hacerlo otra vez. Me dijo algo que guardo para ambos y nos acostamos. Ambos mantuvimos los ojos cerrados, y besamos nuestros labios, le mordia suavecito un labio y el otro, turnaba y el movía su lengua como si tuviera mi vagina en boca, me exitaba "su inocencia", su ritmo me mojaba más y saber que era un hombre tan guapo me llenaba más de morbo, un hombre guapo tolimense, de esos buen polvo!!
Me bajo la mano, y me tocaba el clitoris, luego deslizaba sus dedos hasta mis labios, se abria paso suavemente para penetrarme con sus dedos. Me metio uno y ambos suspiramos de placer al sentirlo, él lo tibio de mi vagina y yo la entrada deliciosa de su piel. Empece a mover las caderas, con ganas muchas ganas de que me lo metiera, se bajo sus pantalones, yo los mios y me introdujo su gran verga en mi vagina: increible! Toda esa semana, habia soñado la sensación de una verga grande dentro de mi. Me lo metió, se la lami, me lamió, y el ciclo se repitió, con el sol de la madrugada, el pregon de las ventas, pedazos de canciones de tego calderón, el sol de la tarde y lapsos cortos de arrunchis y besos, y caricias, lapsos muy cortos, porque no se este hombre como aguanto tanto, nunca lo habia hecho así más de 6 horas casi que seguidas: ambos fasinados con el movimiento de mi vagina, yo feliz en controlarlo y potenciarlo en mis orgasmos, y el enamorado del palpitar y el apreton de mi cuquita...
-"QUE RICO"
-"SIII".
No hubo palabra, sólo pasión, y no creo que hoy pensarlo sea mi castigo, porque "castigo" es el reproche moral que nos hacemos por estar con alguien que acabamos de conocer, admito que no debí hacerlo sin condón y no volverá a ocurrir, pero no admito que deba sentirme mal, por pasarla tan bien. Quise dedicarle una canción de ciudad, de centro, de amores fugaces y sentimientos eternos, de licor y desenfreno, de métricas y ritmos más vacíos que llenos. Pero nada me convenció tanto como: "tú, mi delirio" de cucho valdes, creo que me gusta porque describe mucho esa mañana. No se la envié aun, no tiene letra, tal vez es muy lenta y muy profunda. Si alguien lee hasta este punto, escuche la canción y dígame si se la envío. https://www.youtube.com/watch?v=75OGJd86IKY