Mi amiga univercitaria me pregunto si me atreveria jugar un juego de strip con un grupo de chicos y chicas. «Anda atrevete» me decia trantado de convencerme. La verdad era que la idea de denudarme en public me atria sexualmente y acepte. Me acuerdo que nos reunimos en una casa que compartian tres de los cinco chicos que habia alli. Me acuerdo que todos estabamos medios coividos esperando que alguien iniciara el juego. Para romper el hielo nos tomamos una copas, nos sentamos en un circulo en el sueloy frente a una baraja de cartas con dibujos de pendas de vestir y comenzamos a perder ropa. Me acuerdo que acabe desnuda sentada en el suelo con las piernas cruzadas, labios vaginales completamete abiertos frente a unos chico que no hacia mas que mirarme. Casi no podia respirar de la verguenza que me dio, pero al vez me gustaba que me miraran. Lo que mas me avergonzo, fue que se me mojara el cono de la axcitasion que me dio y ver como aquellos chicos desnudos con sus penes subidos me deseaban. Lo demas fue puro toqueteo que no llego a sexo pero la experiencia fue las mas erotica de mi vida.
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Mi primo me llevo al sotano del edificio donde vivia, me beso en la boca y por debajo de mi falda metio sus dedos por el lado de mis bragas. Recuerdo que le dije que no estabamos supuestos hacer esas cosas y sentia sus dedos delinsandose sobre mi clitoris. «Deja que te lo toque» me decia «se que te gusta» mientras poco a poco se me bajaban las bragas. Yo tenia 15, el dos anos mas que yo y me dominaba facilmente. Pues aunque me resistia deje que me tocara. No podia dejar que supiera que me gustaba. Esa tarde acabe sentada sobre una caja metalica, con las tetas al aire y tuve un orgasmo mientras me chupaba el cono. Entre la saliva de su boca y mi flujo vaginal, me sentia toda mojada y excitada. Esas tarde tambien fue la primera vez que le chupe el pene a un chico y le saque la esperma con la mano. Los dos estabamos espantados de lo que habimos hecho, pero la calentura hizo que visataramos a ese cuarto de bombas a menudo. Entre el ruido de la maquinaria y la puerta cerrada nunca nos pillaron.