Hola, quería contarles un curioso experimento que probé hace unos pocos minutos, tengo pareja y gozo de las delicias del sexo tanto vaginal como anal.. pero en ocasiones cuando mi pareja sale a trabajar y no tengo trabajo pendiente me pongo a ver porno… La cuestión es que hoy pase más de 2 hr viendo videos xxx… A veces cuando los veo me toco y alcanzo a mojarme un poco, pero hoy decidí subir de nivel…. Nunca he utilizado un vibrador así que coji la máquina de afeitar de mi novio y al encenderla solo se me ocurrió ponerme cómoda, abrir mis delicadas piernas y ponerlo en mi vagina… Decidí solo cerrar los ojos y disfrutar…no pensaba solo sentía…. Empecé por humedecer mis dedos y meterlos suavemente por mi vagina mientras en mi clítoris vibraban sensaciones nuevas… !!!!Dios si que era instenso lo que sentía!!!!. Así que segui tocándome… Y entre más lo hacía más me retorcía… Metí un trapo a mi boca para no hacer ruido pues mis suegros estaban en la habitación de al lado…debí quitar la máquina unos instantes porq era tanta la emoción que casi me vengo y aún no quería terminar…. Quería saborear esto porq aunque siempre estuvo a mi vista jamás pensé que podría enloqueserme!!!! No pasó mucho tiempo y la cama empezó a.mojarse… debía lamer mis dedos y meterlo lo más duro que podía porq si algo que me gusta es el sexo duro, salvaje y anal me exita más… gemía tan duro que debí taparme con una almohada, me di la vuelta (boca abajo) y solo deje que la vibración me hiciera venir… Estire mis brazos, me agarré de la cama fuerte y presione mi cuerpo contra la cama mientras se escurría de mi vagina lo más delicioso que he sentido… Me vine y aunque fueron escasos 10 min…lo disfruté como si hubiese sido 30 min de placer con mi pareja.. definitivamente será mi secreto cuando él no esté… Y ahora que regrese lo voy a seducir tanto que no le quedé opción de darme por el culo cómo me gusta…
3 Respuesta
Usé en varias de mis parejas más ardientes esta máquina de placer. Era barata, era transportable e higiénica; lo único que hacía era poner un condón sobre ella y listo. A una dama, que se llamaba Anita, le dije que cerrara los ojos que era una sorpresa. Le ingroduje el mango de esta máquina de afeitar en la vagina, se volvió loca y se humedeció tanto, que le escurrían sus jugos por entre las piernas. En ese momento, puse mi pene en su trasero y entró como si nada. Sentí yo también la vibración. El orgasmo fue una cosa indescriptible.
Bendiciones a esta máquina de placer.