Hace un par de meses me mudé de departamento a un edificio un poco más moderno. A los días me percaté que a dos puertas de mi departamento vivían dos mejores amigos. Uno muy guapo y adinerado pero algo malhumorado, el otro es el típico chico malo muy coqueto. Yo siempre uso pijamas muy ajustadas y cortas pero nunca salía de mi casa así, hasta que empece a notar que ellos siempre estaban merodeando por ahí. Empecé a sacar a mi perrito, a bajar la basura o hacer cualquier cosa afuera que implica que se me mojara el pijama. A apartir de eso, el vecino coqueto empezó a hablarme de cualquier cosa con tal de platicar. En una de esas me invitó a salir y acepté, tuvimos una gran cita, la pasamos bien y al volver a casa, algo borrachos, él me besó y yo caliente me trepe sobre él. El edificio no tiene cámaras en las escaleras y como era algo tarde y yo andaba en una falda corta, solo me incliné hacia el barandal, exponiendole mi culo mojado, él enseguida lo humedecio algo más con su saliva, hasta que sentí que me partía en dos de la enorme polla que tenía. Aunque fue delicado nunca antes había sentido una polla tan grande dentro de mi culo y vaya que si he conocido pollas. Era gorda, venosa y estaba firme, solo verla me deleitaba y sentir como me perforaba era aún mejor. La adrenalina fue tanta que ambos nos vinimos al poco tiempo y yo quedé meando jugos de los dos. Él pasó su mano por mi vagina y luego procedió a probar para terminar la noche con un beso salvaje. Ambos entramos a nuestros departamentos y ahí acabó la noche. Un par de días después me escribió para invitarme a su casa, fui pero a última hora le surgió un inconveniente y tuvo que salir, me pidió que lo esperara mientras volvía, yo como no tenía laburo al día siguiente me puse cómoda en el sofá y procedi a prender el TV. Después de un rato me quedé profunda, hasta que sentí que alguien subía las escaleras y creí que era él. Me subí la falda y ajuste mi brasier para que mis tetas se vieran más enormes y provocadoras y esperé que abriera la puerta. Para mí sorpresa era mi otro vecino, acababa de llegar de una fiesta y venía un poco ebrio. Me preguntó que que hacía en casa, a lo que respondí que me había dejado plantada y él algo coqueto se sentó a mi lado, puso su mano sobre mi pierna y me dijo que como alguien era capaz de dejarme sola y vestida así, mientras hablaba subía más la mano hacia mi entrepierna, me estaba calentando y no podía ocultarlo, él siempre me había atraído aún más que el primero. De la nada se acercó a besarme y yo no me quité, empezamos a besarnos muy apasionadamente hasta que pose mis manos sobre su pene y se sentía muy firme. Tuvimos sexo por horas, hasta sentir como mi vagina ardía de tanto meterme la verga, yo estaba encantada de que él durara tanto y me cogiera de esa manera, me dejaba llena de leche y aún así seguía sin parar, sobre todos los muebles que había en la sala, hasta que me llevó a su recámara y sobre un sofá sexual me puso de espalda y terminó de metermelo todo. Yo la estaba pasando muy rico pero no dejaba de pensar en lo grande que era la verga de mi otro vecino y como entraba de suave por mi culo, pensar en eso mientras tenía otra verga en la vagina me hizo plantearme por primera vez en tener una DP y la idea en mi mente me parecía muy excitante. Fantaseaba con que mi otro vecino llegará y juntos me embistieran, uno en mi húmeda vagina y el otro en mi apretado culo. Aunque la estaba pasando muy bien no dejaba de pensar en la enorme polla que me había comido el otro día, en que quería ambas, no una, quería sentir las dos al tiempo abriéndome en dos y saciando mis deseos más deliciosos. Pensar en eso mientras escucha a mi vecino confesarme que desde que había llegado no me había quitado el ojo de encima y que amaba cuando usaba pantalones ajustados que me marcaban los gruesos labios de mi vagina, que solo le hacían desear que lo deslecharan era todo lo que llevaba al climax. Después de venirnos en todas partes y terminar exhaustos, recogí mis cosas como pude y me dirigí a mi departamento, me sentía como toda una puta pero estaba encantada. Mi otro vecino llegó al día siguiente a disculparse con el desayuno por haberme dejado sola y yo me sentí un poco mal. Aún no sé si decirle lo que ocurrió o mejor guardar el secreto. Es que podría resultar en una rica y jugosa DP o en qué acabe mi jugarreta con ambos. Necesito consejos.
Me encanta contar mis historias sexuales, sí quieres más detalles déjame en comentarios tus preguntas y con gusto las responderé. Besitos donde quieras 😘😉