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Anonimada
El buen amante no nace. Se hace. En este sentido me parece importante dejar un mensaje abierto para todos aquí. La mujer debe tener el poder de persuasión para que los hombres hagan lo más cercano a ser un gran amante y los hombres deben primero, preguntar a sus mujeres y leer lo que ellas quieren.
No es muy difícil. Una mujer segura de si misma y sin timidez pedir lo que le gusta con claridad y sin tapujos. De otro, los hombres más humildes para ir creciendo y haciendo de ellos grandes amantes. Un tipo que es un buen polvo, siempre, siempre tiene la posibilidad de repetir.