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Soy de México. Contaré cómo me cogí a mi cuñada, novia de uno de mis hermano.

Hace 2 años mi hermano llevo a su novia a vivir a casa donde vivimos mis padres, otros dos hermanos pequeños  y yo. Ella tenía 23 y yo tenía en ése tiempo 25, mi hermano 28. Ella es delgadita, morena clara, de cabello negro a los hombros, de ricos senos medianos, nalguitas paraditas, medianas. Yo soy alto, moreno, delgado, de pene promedio.

Los primeros días era indiferente a su presencia pesé a que soy muy caliente tenía que disimular las miradas hacia su rico cuerpo. No quería incomodarla ni generar algún conflicto con mi hermano. Pasaban los días y cuando coincidíamos solos trataba de hablar con ella solo lo justo. Pero todo cambio cuándo una noche desperté y escuché gemidos en el cuarto de mi hermano, mi levanté y quise salir a la sala para dirigirme a la puerta de su cuarto sin hacer ruido, los gemidos eran intensos, imaginaba cómo mi hermano se cogía a su novia. Me excite tanto que me saque el pene y con la erección que traía me comencé a masturbar. Era demasiada excitación el oirla gemir. Escuchaba el ruido creo yo de las embestidas que mi hermano le daba a sus nalguitas cada que se la sacaba y metía, se oían los ricos: así amor!! Cógeme rico!! Métemela más duro papi!! Así así así… Mmm!! Cógeme más!!… Se oía el rechinar de su cama y los jadeos de mi hermano. Cerca estuve de la media hora y cada vez eran más intensos los gemidos y el ruido de sus nalguitas chocando con los huevos de mi hermano… El así duro!! Rico!! Mmm!! Y el vente adentro amor!! Ya damelos!! Hicieron que me viniera en mi mano… Pfff una paja tan deliciosa!!

Regresé a mi cuarto y quise pajearme otra vez recordando esos gemidos… Pfff. A partir de esa noche todo cambio con mi moral. Me pase unos minutos imaginando como sería esa mujer desnuda, cómo serían sus ricos senos, su vagina, sus nalguitas… Pfff.

Al otro día al verla por la mañana me cuidaba de no ser descarado al mirarla de manera lujuriosa. En cuanto la vi la desnudaba con la mirada. Estaba con un shorsito y una blusa de tirantes de escote discreto pero que dejaba ver esa línea que formaban sus ricos senos. En cuanto medio la espalda al caminar por la casa no dejaba de verle sus nalguitas. Eso hacia que mi pene se pusiera durísimo, quería desnudarla y darle también una cogida.

Así pasaron las noches siguientes, ellos cogiendo y yo en mi cuarto pajeandome escuchando el sexo que se daban…