Nos conocimos en el mundo virtual, soy una mujer casada de 41 años y él es un joven de 31años… El hombre más pervertido que he conocido en mi vida pero al mismo tiempo esa voz cada noche despertaba tanta pasión y lujuria en mi. Ese hombre empezó a conquistarme y a lograr su objetivo: enloquecer me. Yo estaba en recuperación fuera de mi casa y ese hombre empezó a ejercer sus dotes de seductor, me hablaba de su deseo de penetrarme y cada palabra era un estallido en mi cuerpo, mi vagina se humedecia , mis pezones se paraban , mi cuerpo empezaba a desear ese hombre … Yo me dejaba llevar por lo que me decía y seguia sus instrucciones…. Abria mi vagina con mis dedos aunque deseaba que fueran sus manos y porque no sus labios y su lengua que lo hicieran, el me decía: imagínate que soy yo , vente en mi boca y eso me hacía venir unos fluidos de mi vagina que mojaban la cama. Yo enloquecía de pasión y tocaba mi vagina y me movía como si cabalgara en su verga…. Pero era esa verga que deseaba que me penetrara y me culiara como nadie lo ha hecho… Y así pasaron muchos días culiandonos por teléfono, excitandonos , imaginándome chupándole esa verga gruesa, me encanta…. Lamiendole como una perra en celo esa verga… Y así estamos esperando el momento de hacer realidad nuestra fantasía con nuestros cuerpos piel a piel. Mientras tanto como una mujer casada e infeliz, deseosa de buen sexo….. Cuando estoy con mi marido me imagino que es él. Es terrible… Pero es así como puedo disfrutar y estar plena. … Le hago el amor a mi marido como si fuera el…. Y él me dice: eres una puta en la cama.
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A mi esposa le pasó algo similar. Sería algo extenso explicar el cómo se dieron las cosas pero ella me lo hizo saber desde un principio. Esta persona era experta en cuestiones de sexo y mientras hablabla con ella por teléfono, la hacía llegar al climax intensamente. Yo dejé que esta situación siguiera adelante pues me gustaba lo que iba logrando sexualmente con ella y lo fácil que le era después alcanzar múltiples orgasmos en nuestras relaciones. El grado de exitación que me provocaba era realmente increible, solo de saber que otro hombre se quisiera coger a mi esposa me enloquecía. Lo que te puedo decir es que esa experiencia nos ayudó, aunque parezca increible, a amarnos mas y crecer la confianza como pareja. Hemos considerado incluso llegar a involucar a un tercero en nuestra relación para que mi esposa alcance la plenitud sexual que creo tu necesitas.