Mi esposo no es un hombre muy alto, en realidad es de mi mismo tamaño y cuando me pongo tacos aunque sean pequeños lo paso en estatura. Cuando nos conocimos y empezamos a salir no me importo mucho ya que en realidad el siempre ha sido un hombre muy responsable y trabajador. El ha sido un buen esposo y un buen padre, en realidad lo del tamaño puede sonar como algo muy superficial y tonto en comparación con la persona que es el.
Sin embargo ya que este es un relato anónimo, si voy a confesar que aveces he visto hombres altos o corpulentos y como mujer no puedo negarles que he empezado a fantasear y pensar que se sentirá tener sexo con un hombre asi de grande y fuerte; mas aun, que se sentirá como mujer si este hombre quiere ponerse un poco salvaje contigo durante el sexo.
Todo lo que voy a decir a continuación es quizas solo una fantasia y por eso mismo lo escribo aquí. Mi esposo por ejemplo nunca podría cargarme completamente en el aire mientras tenemos sexo. Aveces por ejemplo he visto esos hombres fuertes que en el medio del sexo la levantan a la mujer completamente en el aire y la ponen encima de su miembro y prácticamente se la cogen moviendola como quieren encima de su verga. Me pregunto que se sentirá como mujer sentirse asi…. clavada toda completamente jajaja…. como sera sentirse toda sometida y agarrada por un hombre que tiene la fuerza para dominarte en el sexo de esa manera.
Creo que en el fondo todas las mujeres tenemos una fantasia de querer ser completamente dominadas en el sexo por un hombre fuerte que una noche te agarra en la habitacion de un hotel y se da el gusto de su vida con tu cuerpo de todas las formas que el quiere. Al final de la noche te deja tirada encima de la cama sintiéndote semi-violada, sucia, adolorida pero con una sonrisa en el rostro que nadie te la puede quitar! Porque sabes bien que en el fondo este hombre te ha hecho sentir mujer perra durante el sexo de una manera que nunca antes otro hombre te ha hecho sentir!
Sinceramente con mi esposo nunca he podido sentir que puedo cumplir esa fantasia y si creo que subjetivamente tiene mucho que ver que no lo veo como un hombre muy alto o fuerte
Recientemente entro a trabajar un hombre que si es alto y fuerte a mi trabajo y como que eso revivió todas estas fantasías que aveces tengo. Aveces le he sonreído cuando nos hemos cruzado y creo que el ni se imagina las cosas que aveces he estado pensando mientras lo miro de lejos jaja.
No se, aveces he pensado que si algún dia el me empuja dentro de una oficina vacía y quiere propasarse conmigo, yo quizas hasta lo dejaría que me haga lo que quiere. Es una fantasia como ya lo he dicho, pero me gustaría que me suba la falda del vestido, me levante contra un escritorio y me la meta con todas sus ganas, que me haga sentir su fuerza y que yo no puedo hacer nada, que me haga sentir que el es alto, fuerte y simplemente quiere darse el gusto para meterse una buena venida de leche con mi cuerpo.
Aveces las mujeres tenemos fantasias sexuales que los hombres ni se pueden imaginar!
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Tenía una amiga muy chiquita y delgada (1.50 o menos y unos 42 kg.) de 21 años. Yo tenía 29 años y mido 1.80 con 93 kg. Ella trabajaba en una farmacia y a veces la iba a visitar, empezó el coqueteo y después el cachondeo. La metía al baño y la ponía a mamar (fui el primero al que se lo chupó «su inexperiencia la delató», y tiempo después me confesó), también la dedeaba, pero con un sólo dedo, ya que si le metía 2 se quejaba. Tuvimos sexo más de 10 veces, y en todas la cargué así como dices, me excitaba hacerlo de ese modo, su panochita era muy peque (se la chupaba, me ponía condón y bastante lubricante), aún así costaba un poco de trabajo al meterla, me apretaba muy rico; a veces me decía que le dolía, pero que le encantaba, estaba deliciosa la morrita, lo malo que le perdí la pista y no supe que pasó con ella. Entre otras cositas que le hice: eyacule una vez en su boca y lo escupió, también en su cara, ÷, sus pechitos (que apenas se le asomaban), en su colita y en su vagina (pero afuera).
Nunca se dejó hacer anal, lo más que conseguí fue meterle un par de dedos en su oyito. También la ponía a chupar en el asiento de enfrente de la camioneta (bien que cabía incada), en fin fueron varias las aventuras y muy ricas. Anímate a probar con tu compañero de trabajo, como dicen, vida solo hay una y hay que aprovechar las oportunidad, bye.