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Se llama Sombra, o por lo menos así es su nombre en feisbuc. ¿Su foto de perfil? Una leoparda sobre una cama doble. fotos con arneses de cuero y gargantillas.

-«Take me!» le escribí y me respondió con un emoticono.

-«you have a sexy profile». Insistí.

-«Tnx, ¿no hablas español?»

… y después de algunas preguntas, que si de dónde eres, qué te gusta hacer, la conversación pudo continuar caliente…

-«me encanta como se ven tus senos en tu foto de perfil»

-«gracias»

-«De nada, en realidad es porque estoy bastante arrecho y morboso»

-«Qué rico»

-«Alguna vez has estado con algún desconocido?»

-«Sí, ¿y tu?»

-«Todos somos un poco desconocidos. Estar arrecho es la sustancia más deliciosa que experimenta mi cerebro, debo hacer una llamada, vuelvo en un rato»

-«Ok bb, manda fotos»

… y después de verlas…

-«Tienes cara de loco ¿Estás loco?»

-«Tal vez sólo tenía cara de pervertido»

-«¿Me estabas morboseando?»

-«¿te gusta recibir miradas morbosas cierto»

-«mmm… sí que rico si lo estás, me encanta»

… y la conversación continúa generando descargas de excitación cada vez más intensas. Entonces descubro que el orgasmo es un proceso cerebral. Llama mi novia y salgo a recogerla pues viene a visitarme. Salgo con esa deliciosa sensación que queda después del orgasmo en el que uno alcanza a marearse un poquito, pero super despierto, ya que lo que le da a uno sueño es la eyaculación, no el orgasmo, y como este fue cerebral y en ausencia de estimulación genital, entonces me dejó intacta la vigilia, sin eyaculación los orgasmos no dan sueño.

Veníamos hablando mi novia y yo y me encuentro a la tal Sombra, rodeada de hombres y nos cruzamos las miradas y nos seguimos con las miradas hasta perdernos de vista y pierdo el hilo de la conversación y disimulo malamente…

-«¿Me viste?».

– «Y me quedé mirándote»

-«Con quién venías»

– «Con una enamorada. hicimos el amor todo el día. Vení, vos sos diferente de otras mujeres»

– «¿Por qué?»

– «Muchas se disgustan o rechazan cuando uno muestra que las desea, vos decís que te gusta»

– «Me encanta sentirme deseada. Si no fuera así, no seria tan sexy»

– «Vos soltás esas tres frases y a mi se me pone dura»

Y me manda una foto de ella de rodillas con su gargantilla de cuero y sus interiores de Loeparda, mirando a su amigo el afortunado fotógrafo…

Si el squirt es tan apetecido, me parece que es porque leer el orgasmo en el cuerpo de una mujer es algo enigmático y en el fondo buscamos una evidencia, una expresión palpable y visible del cuerpo femenino. Más cuando según un sesgo de los roles se nos inoculó en algún momento la idea -violenta y ojalá caduca- de que complacer a las mujeres en la cama era responsabilidad exclusiva de los varones, peor aún, ¡la medida de nuestra valía como hombres y como seres sexuales!

En cuanto a mí, si bien la eyaculación fisiológica y genital produce placer, y tiene el poder místico de engendrar vida, y si bien es verdaderamente algo natural y bello, desgraciadamente desvalorizado cuando ocurre en el cuerpo de los hombres, aún así, el orgasmo es otra cosa.