En plena temporada invernal y yo estoy metido en el calor de un “Verano Traidor” como la canción de Vilma Palma; así pues esta es mi confesión, escuchando esta canción escribo y pienso en todos los meses que he pasado sin tener ese espacio físico en donde se encuentran las personas y disfrutan del placer que solo sus cuerpos, sus mentes, sus sentidos, sus fluidos les pueden ofrecer.
Tengo 29 años pero gracias a esta ausencia en mi vida de sexo me siento como de 15, la misma ambición de sentir el coño húmedo y jadeante de una mujer invade mis sentidos a ciertas horas del día y siento que voy a estallar, las complicaciones son varias, levantarse del escritorio cuando alguien entra a la oficina aleja la seguridad de la erección privada, un bulto se asoma en mi entrepierna, no dejo de pensar en que los demás se en cuenta y me tomen por un pervertido, lo soy, pero no me gusta serlo en el trabajo sin embargo es inevitable que la sangre se acumule en la punta de mi glande en los momentos menos indicados; sin pensarlo y sin sentirlo, un pequeño rose, la abertura en la falda de una compañera, o el simple calor del mundo hace que mi miembro reclame una caricia, la presión del sexo de una mujer cuando su placer llega al punto máximo o una mamada.
Los días pasan y me aburre la masturbación y ver pornografía, ya pasé varios horas en esto, así que en este momento ni siquiera estas cosas me brindan alguna satisfacción, la marihuana me funciona por algunas horas, me relaja y no pienso en este Verano Traidor, pero al final, “ya ni con drogas ni con alcohol, ya no consigo satisfacción”
Me pregunto cuál es la razón que hace que el sexo opuesto no se interese en mí, creo que el principal es el factor monetario, al llegar a cierta edad las personas dejan de valer solo por lo que su humanidad les ha otorgado y en cambio el dinero pasa a ser un plus necesario para conseguir algo de cariños erótico, cada millón es como una pluma de pavo real y entre mayor sea la cantidad mayor es el poder sexual, la belleza, la inteligencia, la elocuencia, no necesitas saber sumar si tienes un millón o dos en el bolsillo.
Aunque un poco aburrida esta es mi confesión, cero sexo a los 29 y con las hormonas como de 15.
3 Respuesta
Hola Fanny, la cosa no es de darlo fácil o no, una mujer que lo da por plata termina siendo algo fácil, pero no quiero decir que sea malo, pero en lo que a mi respecta prefiero una mujer que quiera salir y sea dueña de su dinero y de su tiempo, que no dependa del dinero que llevo ese día en mi bolsillo, pienso que para pasarla rico hace falta el tener las ganas y ya, el dinero importa porque hay que tenerlo, pero tampoco estoy de acuerdo con esa posición machista que propone comprar a una mujer.
Soy mujer .. y te confirmo que tu falla tal vez sea el dinero .. sabes porque aunque no es indispensable es un factor importante .. porque si tu quieres estar con una chica el Motel cuesta.. los condones cuestan.. salir a comer cuesta .. y aunque existen mujeres que lo san fácil habemos otras a las que nos llaman interesada «pero que realmente sabemos que para follar rico si importa la plata»